Cárdenas Guillén fue liberado del penal USP Terre Haute, en Indiana, el pasado 30 de agosto y transferido al Centro de Detención de Mesa de Otay, en California.
Posteriormente, las autoridades estadounidenses lo entregaron a México a través del puerto fronterizo de San Diego, en Tijuana, Baja California.
Tras su arribo, el exnarcotraficante fue ingresado al penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México que alberga a algunos criminales más peligrosos del país.
Osiel Cárdenas Guillén, conocido como ‘El Matamigos’, ‘El Loco’ y ‘El Padrino’, es recordado por haber reclutado a ex militares de las Fuerzas Especiales de México, quienes se convirtieron en el brazo armado de su organización bajo el nombre de Los Zetas.
Este grupo fue célebre por su violencia extrema y sofisticación táctica, empleando armamento de alto calibre y técnicas militares.
El ex líder del Cártel del Golfo enfrenta en México acusaciones relacionadas con el crimen organizado y narcotráfico.
Su red criminal fue heredada del capo Juan García Ábrego, consolidándose como una de las principales organizaciones de tráfico de drogas hacia Estados Unidos, con distribución en ciudades como Houston, Atlanta, Nueva York y Los Ángeles.
Samuel Orzón, director de la oficina local del Servicio de Inmigración y Aduanas (ERO) en Chicago, calificó la deportación como un éxito: “La extradición de Osiel Cárdenas, notorio fugitivo internacional, subraya nuestro compromiso inquebrantable con la seguridad pública y la justicia”.
Osiel Cárdenas Guillén, comenzó su carrera criminal como narcomenudista y consolidó una de las redes criminales más poderosas de su tiempo.
Su reintegración al sistema de justicia mexicano abre un nuevo capítulo en su controvertida historia.