Se acerca el fin del año y con ello la celebración del 25 de diciembre, una fecha muy importante para el catolicismo por ser el día en que se conmemora el nacimiento de Jesucristo, según la tradición. La palabra “Navidad” proviene del término en latín “Nativitas”, que significa Nacimiento. Ésta es una de las festividades más celebradas por los mexicanos, en la que hay decoraciones, cenas familiares, intercambio de regalos, misas y posadas.
Orígenes
En la historia, los orígenes de esta festividad tienen influencias de celebraciones paganas como las saturnales romanas en diciembre, actividades dedicadas a Saturno, dios de la agricultura, celebrándose con banquetes e intercambio de regalos. Al igual que el culto al Sol Invictus que fue promovido por el emperador Aureliano en el 274 d.c., pues el 25 de diciembre marcaba el renacimiento del sol tras el solsticio de invierno, cuando los días comenzaban a ser más largos.
En México, los orígenes de la celebración del 25 de diciembre es una mezcla de influencias indígenas, españolas y católicas. Las celebraciones y creencias indígenas fueron reinterpretadas con la evangelización. Se reemplazaron muchas festividades, como las del culto a Huitzilopochtli relacionadas con la renovación, la luz y las cosechas.
En cuestión de las posadas que se llevan a cabo desde el 16 hasta el 24 de diciembre, anteriormente las civilizaciones indígenas conmemoraban el llamado Panquetzaliztli, esta era la fiesta del nacimiento del principal dios del pueblo azteca, durante el día y la noche había fiestas en todas las casas, proporcionándole a los invitados deliciosa comida. Pero con la evangelización en el siglo XVI, los frailes y franciscanos intervinieron para enseñar la historia del nacimiento de Jesús a los indígenas, proyectando el peregrinaje de José y María buscando posada en Belén.
Árbol de Navidad
Un pino natural o artificial que es decorado con luces, adornos y esferas de colores representan elementos de la fe católica. La estrella en la punta simboliza la estrella de Belén que guió a los Reyes Magos, las luces evocan la luz de Cristo, que ilumina el mundo. Las esferas comunmente de color rojo representan los frutos del paraíso y las bendiciones.
La tradición del árbol de navidad llegó en el siglo XIX, pero su significado y celebración tienen raíces más profundas que se entrelazan con las costumbres indígenas y la influencia del catolicismo traído por los españoles. En 1864, el árbol de navidad hizo su primera aparición formal en tierras mexicanas. La emperatriz Carlota, de nacionalidad belga y su esposo, el emperador Maximiliano de Habsburgo, trajeron esta costumbre europea para colocarla en el castillo de Chapultepec.
Con el paso de los años, la tradición se fue extendiendo por todo México. En el siglo XX, cuando la globalización y la influencia de la cultura estadounidense consolidaron el árbol de navidad como un elemento esencial de las celebraciones decembrinas junto a las posadas, los nacimientos y las piñatas. El árbol adquirió un espacio importante en los hogares mexicanos.
Actualidad
Actualmente, en México, el 25 de diciembre es una celebración que mezcla lo religioso con la simbología de la unión familiar rodeada de paz y acompañada de la cultura del consumo. Sin embargo, la esencia tradicional persiste. En muchas familias mexicanas, la Navidad conserva su esencia religiosa y cultural. Desde las posadas, pastorelas, nacimientos y misas de gallo, son claros ejemplos de prácticas que recuerdan el significado original.