PUNTO DE VISTA
Cuenta la leyenda que sus discursos, sin leer, eran exactos, como si fueran redactados por expertos; que era adepto de los videojuegos, que era un político de altura, que al ser oriundo de Real del Monte y en agradecimiento a sus paisanos, les construyó su carretera. La mente maestra que hizo al ex gobernador, y después a quien, como mujer, trató de serlo.
El resultado: Hidalgo entre los más pobres.
Empezó de cero, colocaba pendones del partido en sus inicios; de origen muy humilde, el más joven presidente del tricolor, político de pies a cabeza, la forma era fondo en sus cabildeos, querido por la gente; cierto, en la capital dio paso al distribuidor del Río de las Avenidas. Muchos nos emocionamos al casi ser vicepresidente, en el sexenio del último residente de Los Pinos. Sin embargo, se olvidó de su estado.
El resultado: el mismo, Hidalgo último lugar, o de los últimos lugares del país, en cuanto a pobreza se refiere.
Cuenta con orgullo que su primer trabajo fue ser jefe de postes de Luz y Fuerza del Centro, siempre querido por el grupo La Joya que lo impulsó. Hecho por aquel que acaba de salir de prisión preventiva a domiciliaria (por cierto, nunca lo visitó en la cárcel). Méritos, muchos, decepciones, todas las que imagina.
Al entrar pidió renuncias hasta de los intendentes, no respetó acuerdos y menos a su partido. Le alzó la mano al actual, a poco menos de tres años en el cargo. Hoy, señor embajador.
Pero el resultado es el mismo: Hidalgo pobre y con municipios en extrema pobreza.
Hoy el momento es diferente, “el titular del Ejecutivo cuenta con una aprobación apabullante”, dice esa encuesta sobre el primer lugar entre los gobernadores y gobernadoras; el Congreso de su lado, no tiene oposición, el Ejecutivo federal de su mismo partido. Le antecede su promedio escolar, ser Senador, Presidente del Tribunal Superior de Justicia.
Todos queremos lo mejor para Hidalgo, tiene la oportunidad histórica de cambiarle la cara al Estado, nunca antes se tuvieron condiciones tan positivas.
Todos, y sin importar los colores, queremos lo mejor para nuestro Estado, hoy todo es posible.
¡Pase a la historia señor Gobernador!
Dejemos las viejas y oscuras prácticas, hoy todo puede cambiar, hoy todo es posible; hágalo por ese rostro moreno, sudado, no pocas veces cansado de buscar vida entre las tierras hidalguenses; por esos hermanos nuestros encorvados que caminan siempre esperanzados en la ruta de la vida humana, por todos esos rostros que seguramente, tantas veces ha visto rumbo a nuestra hermosa Huasteca.