EL PEQUEÑO TIMMY
Un comentario en el Facebook del titular de la Secretaría de Contraloría, Álvaro Bradales Ramírez ha dado mucho para pensar y reflexionar. En torno a la pasada elección federal para la presidencia de la república, el funcionario estatal publicó “Meta cumplida, un millón de votos”, y entonces surgen preguntas como: ¿Quién puso esa meta? ¿Quiénes trabajaron para ejecutarla? ¿Por qué un funcionario público tiene que publicar algo así?
Lo cierto es que varios funcionarios del gobierno estatal se han colgado la medalla de un trabajo que no han hecho, y ahora con el triunfo de Claudia Sheinbahum casi consideran que, a la vieja usanza priísta, podrán cometer actos de corrupción cobijados ahora por el color guinda.
Ciertamente en Hidalgo, Claudia Sheinbahum obtuvo según la misma imagen que el funcionario estatal publicó y que corresponde a los conteos del Instituto Nacional Electoral (INE), un millón 299 votos, es decir, apenas 299 votos por encima de la meta que quién sabe quién les puso, pero que Bardales Ramírez menciona con gran orgullo.
Más de un millón de votos que no corresponden al trabajo de diversos funcionarios estatales, que tampoco concuerdan con la negligencia en la entrega de apoyos, un millón de votos que no son de aquellas personas a las que la Secretaría que encabeza don Napoleón hace esperar por horas para las entregas de apoyos, votos que tampoco concuerdan con los deportistas que han sido ignorados, o con los artistas y gestores culturales que tocaron puertas sin que nunca les fueran abiertas.
Por supuesto que ese millón de votos no corresponden a las becas mochas de Natividad Castrejón ni a que se haya perdido la cobertura de la población total que tuvo el gobierno de Omar Fayad, un gobierno señalado por corrupción pero que al menos becas completas sí entregaba.
Tampoco podemos decir que ese millón de votos es por el trabajo que ha dejado pasar la contraloría, ya que tampoco son acordes a todas esas acusaciones hechas por el contralor contra el gobierno saliente de Omar Fayad sin que hasta el momento haya autores intelectuales detenidos ni funcionarios de gran calibre tras las rejas por haber participado en la denominada Estafa Siniestra, ¿de qué sirve denunciar y llenarse la boca de acusaciones si no se ve que llegue la justicia para el pueblo hidalguense?
Al contralor le faltó restar a ese millón de votos los otorgados por el Partido del Trabajo (PT), el mismo que denunció persecución política por parte del gobierno morenista y el que de no haber sido por algunas maniobras, los hubiera dejado muy mal parados. Todo parece indicar que al contralor se le olvidó también, tomar en cuenta que mucha de la gente reflejó con su voto la gratitud a un gobierno federal que ha hecho posible que programas y ayudas lleguen completas a la gente, no como lo que ha sucedido en Hidalgo con el uso de aplicaciones digitales que restan al apoyo de los beneficiados por las comisiones.
Lo que deberían hacer los morenistas, es reflexionar y no autoengañarse con los pasados resultados de las elecciones, ya que el resultado obtenido, desgraciadamente no fue el cúmulo de un trabajo en la entidad, no fue totalmente el resultado de eficientes operadores políticos ni de un trabajo cercano a la gente como han querido hacerle creer a Julio Menchaca.
Pero felicidades a todos y todas aquellas personas que no hicieron su trabajo, que no hacen su trabajo, que se han visto bañados por una cascada de increíbles coincidencias que hicieron que en Hidalgo se contabilizará con trabajos un millón 299 votos, apenas 299 más de la meta establecida quién sabe por quién.
Sin embargo, con datos de los cómputos finales del INE, Claudia Sheinbaum obtuvo un millón 43 mil 873 votos, de los cuales 106 mil 491 fueron aportados por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), y 153 mil 875 por el Partido del Trabajo (PT); es decir que Morena logró 783 mil 507 votos. Con esto, todos sabemos que esta cifra no fue resultado de un trabajo genuino y real por parte de Morena en la entidad.
Pero muy bien para aquellos que no trabajaron por la meta, sepan que 783 mil 507 votos, de un millón que fue “la meta”, hacen que esta no se haya cumplido, pero como la política lo dicta quizá ustedes digan “aquí tenemos otros datos” y con este argumento quizá quieran que los veamos postulándose para algún otro cargo en las próximas elecciones.