EL PEQUEÑO TIMMY
El cierre de campaña morenista del pasado fin de semana, dejó mucho que desear y más que “mostrar músculo” político, evidenció la falta de trabajo de todos y todas las candidatas morenistas que han creído que por obra e intersección de Andrés Manuel López Obrador, como sucedió en las elecciones pasadas, el voto en cascada alcanzaría a cubrirlos incluso sin hacer campañas.
Es un desastre lo sucedido en Morena, al menos en Hidalgo, ya que la elección de candidatos no fue la idónea, la ruptura con los otros partidos políticos tampoco fue la decisión más inteligente aunque se note la buena voluntad de querer “cepillar” al Grupo Universidad, y para acabarla de amolar, el haber postulado perfiles que se están entronando en los espacios de poder, abre las puertas para que el partido guinda se convierta en el nuevo PRI.
Todas las ocasiones en las que AMLO, visitó Pachuca como candidato, la Plaza Juárez estuvo a reventar, literalmente no se podía ni caminar entre la gente, y el domingo 26 de mayo, los más de 100 candidatos que se disputarán en las urnas: 84 presidencias municipales, siete diputaciones federales, 18 diputaciones locales y dos senadurías, lograron hacer lo que el líder moral y fundador de Morena hizo.
Los espacios que no se llenaron en la Plaza Juárez son el reflejo de todos aquellos trepadores y arribistas que no hicieron su trabajo, que durante toda la campaña fingieron estar trabajando pero que no hicieron nada por ninguna candidatura y que esperan que ahora que los candidatos y candidatas ganen les den un hueso, sin haber tenido que trabajar siquiera.
Esos huecos son la señal de la gente que le falta a Morena, de la debilidad de su estructura en Hidalgo, de lo efímero que puede ser la intención del voto, y sobre todo la falta de cuidados y de modos que han tenido los morenistas soberbios que se han negado a escuchar a la militancia, que les ha marcado que el camino no es por encima de la dignidad de nadie ni tampoco se construye nada sin tomar en cuenta al pueblo.
Cada playera que se quedó sin entregar, refleja el sentimiento de traición que se alberga en varios corazones morenistas que vieron en los espectaculares a perfiles tan nefastos a quienes señalan como chapulines trepadores, que quede claro, el pasado domingo los morenistas no lograron llenar la Plaza Juárez, lo que en su momento hizo AMLO y con creces, sin olvidar mencionar que al haber sido más de 100 candidatos, por lo menos el cuadrante de la Plaza Juárez y su jardín debieron estar a reventar.
A lo anterior se suman otros signos que no se pueden dejar pasar, la persecución política que ha acusado el PRI, los candidatos del Partido del Trabajo (PT) que han sido detenidos, y el reciente cambio de medida cautelar en contra de G.S.C., presunto líder del Grupo Universidad, temas y detenciones que enrarecen el proceso electoral en curso.
Quizá a estas alturas, los morenistas despertaron del sueño obradorista y se han dado cuenta de que el voto de la ciudadanía no será ciego, que en la elección influirá más que el logotipo de Morena en las boletas, que la gente está evaluando perfiles, partidos y resultados, y que en esto se han quedado cortos por el trabajo que debieron hacer durante dos años en los que se han dormido entre sus laureles.