CINE DE MAÑANA
Edward (Sebastian Stan) es un joven actor con una condición especial que lo hace una especie de hombre elefante que repele a las personas, aunque sea su compasiva vecina dramaturga Ingrid (Renate Reinsve). Por ello, decide someterse a un tratamiento especial, que para su sorpresa le proporcionará un nuevo rostro.
Decide entonces decir que Edward ha muerto y presentarse como una nueva persona, pero el asunto no terminará como él pensaba.
Se trata de “Un hombre diferente”, tercer largometraje de Aaron Schimberg a cuya premier nos invitaron los buenos amigos de Caníbal.
El guion del propio realizador neoyorquino tiene varios giros de tuerca. Ingrid ha escrito una obra sobre su amistad con Edward y aunque éste parece ser el intérprete ideal, aparece Oswald (Adam Pearson) un hombre con neurofibromatosis que acabará por apoderarse del papel y de la chica.
Schimberg juega con el mito de “La bella y la bestia”, y por momentos nos recuerda la clásica “Fenómenos” de Tod Browning.
Sin embargo, la novatez del realizador de “Go down death” y “Chained for life” hace el asunto esquemático, como una especie de parábola fílmica.
Stan obtuvo el Oso de Plata del Festival de Berlín por su interpretación, pero Pearson dejó una impresión más duradera.
“A different man” no es una película redonda, pero resulta recomendable por su tema original y sus buenas actuaciones.
