Dieciséis mujeres han acusado al famoso mago estadounidense David Copperfield de conducta sexual inapropiada desde 1980 hasta 2014, cuando parte de ellas eran menores de edad, según una investigación publicada este miércoles por The Guardian.
La edición estadounidense del diario británico se basa en entrevistas con más de cien personas, documentos de tribunales y registros policiales, e incluye denuncias de tres mujeres que dicen que el mago las drogó antes de tener relaciones sexuales, por lo que no pudieron darle su consentimiento.
El ilusionista de 67 años, que ya ha afrontado denuncias similares en el pasado, negó las nuevas acusaciones a través de sus abogados calificándolas de «completamente falsas» e «inverosímiles» y aseguró que «nunca ha actuado inapropiadamente con nadie, y mucho menos nadie menor de edad».
Las mujeres que denuncian a Copperfield en The Guardian dicen que lo conocieron por su trabajo de mago y algunas señalaron que no se sintieron capaces de hablar de sus supuestas experiencias hasta que estalló el movimiento Me Too, con las denuncias al productor Harvey Weinstein en 2017.
El diario señala que el mago ha sido sometido a escrutinio por su relación con Jeffrey Epstein, el financiero acusado de tráfico sexual se menores que se suicidó en prisión en 2019; Copperfield apareció en los documentos desclasificados por la Justicia sobre un caso cercano a Epstein el pasado enero.
Entre las mujeres que han hecho su denuncia pública -la mayoría son bajo seudónimo- está Brittney Lewis, que ya acusó en 2018 al mago de haberla drogado y agredido sexualmente en 1988, cuando ella era una modelo de 17 años, algo que este negó.
Otra mujer expone una experiencia similar en 1993, cuando aceptó junto a una amiga tomar un trago con el ilusionista tras una actuación y, según denuncia, ambas fueron drogadas e incapaces de dar consentimiento a las relaciones sexuales que mantuvo con ellas.
Algunas mujeres denuncian que cuando eran adolescentes fueron toqueteadas por Copperfield o que él les hizo tocarlo de manera sexual en actuaciones en vivo lo que parece ser un patrón común en el que Copperfield prometió ayudarlas con sus carreras como modelos o en entretenimiento.
También se expone el caso de una mujer que siente que fue víctima de ‘grooming’ (engaño pederasta) puesto que conoció a Copperfield en 1991, cuando tenía 15 años, y él supuestamente la agasajó con llamadas y regalos hasta que, cuando cumplió 18 años, tuvieron sexo consentido.
Los abogados del mago negaron «sugerencias de ‘grooming’ o cualquier otra indecencia» y reconocieron que Copperfield conoció a la adolescente y que tuvieron una relación consentida y «legal» que duró cuatro años.