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Hidalgo
domingo, marzo 9, 2025

Mi pequeña acompañante

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PEDAZOS DE VIDA 

Otra vez, bajo la rendija que tiene la puerta, se ven las sombras de sus pies.  Hace tiempo que debí comprar el guardapolvo, al menos ya no vería la sombra. Ahora vienen los pequeños golpes que incrementarán en intensidad conforme ella se siente ignorada. Toc, toc, toc… ¿Ves? Te lo dije, ya comenzó… 

 

Toc, toc, toc, toc, toc, toc… Ya viene lo más fuerte, y después se irá. Con el tiempo te acostumbras, la verdad es que no le hace daño a nadie y a estas alturas esa miserable almita ya no tiene a dónde ir, se le cerraron las puertas de allá y a veces también me siento mal por no abrir aquí, pero este espacio y mi recámara son los únicos donde no entra. 

 

La primera vez que la ví fue una noche que llegué tarde del trabajo, venía con la idea de darme un baño con agua caliente para después meterme a la cama y dormir. Pero cuando estaba bajo la regadera, de pronto miré para abajo y junto a la cortina estaba ella.  Aún recuerdo el frío que recorrió todo mi cuerpo. Agarré la toalla y salí para buscarla, no había nadie. 

 

Ahora ya es normal, se aparece de vez en cuando. A veces parece una persona real, otra, más bien, parece un reflejo, un holograma, como si estuviera hecha de éter o alguna sustancia volátil.  Me dijeron que le pusiera un vaso de agua, que prendiera veladoras, que le pusiera flores blancas, fue un sacerdote a echar agua bendita, pero ni así se fue. 

 

Luego unos brujos dijeron que la echaban fuera pero que por su condición la condenaríamos a  ser un almita errante. A mí me dio mucha pena, quizá nada tenga que ver, pero al ser una niña me da mucho sentimiento que ande vagando, ya sé que está muerta pero aún así no puedo dejar de verla como una inocente y pequeña criatura. 

 

Toc, toc, toc… Ahí viene de nuevo. Quizá ya se dio cuenta de que estás aquí, a ella no le gustan las visitas. No te preocupes, no es necesario que pongas resistencia, ella va a hacerlo muy rápido. ¿Qué anfitriona sería yo, si le negara el alimento?  Te dije que no quería que me acompañaras, ve cómo has quedado. No te preocupes, en unos días no habrá quedado nada de este cuerpo que últimamente te atormentó. 

 

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