CONTORNOS LITERARIOS
Título del libro: Mar de piedra
Autor o autora: Aura García-Junco
Editorial: Seix Barral
Año: 2025
Acostumbrada a las atroces noticias que día con día inundan el imaginario popular, despejo mi mente caminando por la ciudad, miro la Plaza Juárez vacía y se pueden visualizar perfectamente los edificios y el parque que la rodean, así como la representación de un hombre que llegó a medir 1.37 metros, pero que ahora con su altura de 22.80 metros, custodia día y noche el centro de la capital.
Entonces imagino cómo luciría la plaza llena de personas, algunas sonriendo, otras llorando, y algunas más simplemente contemplando el horizonte; tiesas, frías, llenas de tierra en lugar de sangre, no se mueven, no hablan, no ven, comparten el mundo con nosotros pero su espíritu no está más aquí.
Con ese mismo aspecto sombrío y nostálgico, imagino la Ciudad de México que relata Aura García-Junco, donde la avenida Madero, una de las más transitadas, se convierte en el descanso de miles de estatuas de mujeres, hombres e infancias que desaparecieron, y que ahora, en lugar de panfletos de búsqueda colocados en cada poste de la ciudad, permanecen ahí.
Como ocurre cuando no se hallan respuestas, a la par de estas desapariciones, surge un nuevo culto polinesio, en el cual se cree que todas las personas tienen su propio mattang (un mapa hecho a base de fibra de coco y conchas), que les muestra su destino.
Sofía, una joven catedrática, comienza a experimentar una serie de sucesos ligados con el recuerdo de su viejo amor, Eloisa, quien practicaba este culto, y un día, sin dejar más señales que su mattang, se convirtió en una estatua.
Además, Aura nos muestra a Luciano, un alcohólico que a ratos es visitado por su sobrino, como si el pequeño no fuera parte de las cifras de personas petrificadas; y a Ana, una joven que ha sufrido una serie de abusos por parte de las parejas que ha tenido su madre, de quien huye a pesar del intenso amor que siente por ella.
Por las noticias se muestran manifestaciones ante la implementación de una nueva ley, la cual determina que una vez ubicada la estatua de una persona, se dejarán de realizar los protocolos de búsqueda, asumiendo que la persona simplemente se petrificó y “dejando espacio” a que nuevos expedientes ocupen un espacio en los amplios escritorios de la Procuraduría de Búsqueda de Personas Desaparecidas.
Como si Aura nos hablara de un día cualquiera en México, no resulta extraño que las historias de estos tres personajes nos recuerden a alguien de nuestro entorno; mucho menos que a las estatuas las relacionemos con los hallazgos hechos en terrenos abandonados y fosas clandestinas, donde cada prenda, cada fotografía y cada resto óseo nos recuerda que México es sinónimo de cementerio.
ILSE RODRÍGUEZ CASTAÑEDA
Licenciada en Comunicación, fotógrafa de lo cotidiano, lo real y apático, fiel creyente de que la sociedad algún día cambiará, que las madres dejarán de buscar y que en vez de tierra, sus manos volverán a sostener a sus hijxs.


