La estadounidense Sydney McLaughlin-Levrone se ha impuesto en la final de los 400 metros vallas de París 2024 y ha batido su propio récord del mundo con un tiempo de 50.37.
McLaughlin-Levrone, que defendía el título olímpico obtenido en Tokio 2020, mejoró así la marca de 50.65 que ella misma había establecido el pasado 30 de junio en Eugene (Oregón).
La estadounidense se mostró pletórica en la pista morada del estadio de Saint Denis en una carrera equilibrada con la otra gran favorita, Femke Bol, hasta el último hectómetro, cuando la neerlandesa se hundió.
Nunca ha perdido McLaughlin-Levrone ante Bol, que deberá esperar para coronarse en unos Juegos. La norteamericana, que el miércoles cumplió 25 años, no aflojó un ápice en los últimos metros y no solo se coronó como bicampeona olímpica, sino que lo hizo en plan estelar, con nueva plusmarca.
La estadounidense fue la primera mujer en la historia en correr por debajo de los 51 segundos cuando ganó el oro en los Mundiales de 2022, en los que Bol terminó segunda.
La pasada campaña, McLaughlin sufrió una lesión que la impidió competir y allanó el camino para Femke Bol, que aprovechó para seguir mejorando como atleta y empezar a coleccionar oros en los Mundiales al aire libre de Budapest 2023 y de pista cubierta de Glasgow (400 y 4×400). Y también para rebajar esos 51 segundos con 50.95 en La Chaux de Fonds (Suiza) el pasado 14 de julio de 2024.
De nuevo Bol no pudo resistir el tren de su gran rival. Se atascó justo antes de entrar en la recta e incluso perdió el segundo puesto ante otra estadounidense, Anna Cockrell, que se hizo con la plata con mejor marca personal (51.37). La neerlandesa repitió el bronce de Tokio con 52.15