Ad image

Maternidad desgastante

Jorge Carrasco
2 Min de Lectura

CINE DE HOY

Hace una década, José María Yazpik e Irene Azuela, filmaron “Esas oscuras primaveras” un buen filme de Ernesto Contreras, en el que personifican a la tórrida pareja de amantes Igor y Pina.

Resulta curioso encontrarlos de nueva cuenta en “Dante y Soledad” de Alexandra de la Mora, como una pareja burguesa que acaba de tener un hijo y que se exhibe en la Cineteca de las Artes.

De acuerdo al guion de la propia realizadora y Natalia Moret, Inés (Irene Azuela) acuerda dejar de trabajar para criar a su hija, de común acuerdo con Vicente (José María Yazpik).

El filme está basado en tres cuentos de la escritora Guadalupe Nettel, “El matrimonio de los peces rojos”, que es una alegoría sobre la relación de la pareja.

Irene se opone a recibir la ayuda de su madre (Ofelia Medina), que la tildará de incapaz y se estresa cada vez más reclamando a su marido sus largas ausencias, mientras éste las justifica diciendo que “alguien tiene que trabajar para mantener la casa”. 

El filme se convierte en una catarsis para la directora y la actriz, que acaban de ser madre. Incluso la bebé de la cinta es la hija de la directora.

Ópera prima de la realizadora, la cinta no acaba por cuajar, pese a su buen reparto, y termina por ser un melodrama desatado sobre la depresión post parto y las dificultades de ser madre y no morir en el intento.  

Loading

Compartir esta nota