El presidente francés, Emmanuel Macron, inicia mañana un viaje de dos días a Serbia con la posible venta de aviones de combate Rafale como uno de los principales asuntos de la visita.
La operación de los Rafale, uno de los acuerdos que se podrían firmar entre ambos países, implicaría una partida de unos doce aparatos y está valorada en unos 3.000 millones de euros.
La gran mayoría del material militar que importa Serbia procede de Rusia, su aliado tradicional, y en menor medida de China.
Por ello, París espera que la operación, si se cierra, ayude a Serbia a “acercarse sólidamente a Europa”, indicaron este miércoles fuentes del Elíseo.
Añadieron que las negociaciones de la operación no las lleva el Gobierno francés, sino la empresa fabricante (Dassault), y que “todavía prosiguen”.
Si la operación se concreta, Serbia sería el tercer país de la región en hacerse con aviones Rafale, tras Grecia y Croacia.
La visita de Macron permitirá también discutir con el Gobierno serbio sobre el camino de Belgrado hacia su integración en la UE, a cuya entrada es candidata desde 2012, así como sobre la espinosa cuestión de Kosovo.
Además de la posible compra de los Rafale, el viaje posibilitará la firma de contratos para el tratamiento de aguas y acuerdos sobre electricidad, al margen de documentos de entendimiento sobre energía nuclear, inteligencia artificial y sanidad.
