El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó este martes en su discurso en la Asamblea General de la ONU que es «inaceptable» que América Latina y África no tengan un asiento permanente en el Consejo de Seguridad del organismo multilateral.
Lula subrayó que la «exclusión» de estas dos regiones del Consejo de Seguridad «es un eco» de prácticas que remiten al «pasado colonial», unas palabras que recibieron un caluroso aplauso de los mandatarios presentes en la Asamblea General.
El gobernante brasileño defendió la ampliación del Consejo de Seguridad y también, un cambio en la política de vetos, que solo pueden presentar los cinco miembros permanentes, para que el organismo sea «más eficaz y representativo».
Asimismo, planteó la necesidad de acometer una «reforma amplia» en todos los organismos de la ONU, una institución que en su visión, está «cada vez más vaciada y paralizada».
En concreto, propuso darle a la Asamblea General un papel en la gestión de temas de paz y seguridad y transformar el Consejo Económico y Social (Ecosoc) en el principal foro para fomentar el desarrollo sostenible.
Además, Lula criticó el «desequilibrio de género» en la ONU y señaló que «jamás» ha habido una mujer al frente de la Secretaría General en las casi ocho décadas de historia de la institución.
La reforma de los organismos internacionales y, en particular, del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, es un reclamo permanente en la agenda exterior de Brasil desde hace décadas.
Lula incluso ha llevado su queja por la demora en la reforma de la gobernanza global al G20 y ha incluido el asunto en la agenda que el grupo de las mayores economías del mundo discute este año, bajo la presidencia rotativa de Brasil.
En parte, de esa falta de representatividad en los organismos internacionales nació el foro BRICS, que Brasil fundó junto con Rusia, India, China y Suráfrica y al que se han adherido este mismo año Irán, Egipto, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Etiopía.
Los asuntos abordados por Lula ante la Asamblea General serán discutidos por los miembros del BRICS en la cumbre que se celebrará entre los próximos 22 al 24 de octubre en la ciudad rusa de Kazán, a la que el presidente brasileño ya ha confirmado asistencia.