14.7 C
Hidalgo
lunes, marzo 31, 2025

Los reyezuelos que se creen reyes

Más Leídas

RETRATOS HABLADOS

A mí no me gusta ver a una presidenta disminuida, a veces casi acorralada por un dúo de sinvergüenzas como Monreal y López (Augusto, por supuesto), cobijados en la sombra bienhechora de un ex presidente que nunca ha sido eso: ex presidente, porque dejó colocadas piezas claves para apretar cuando así le es conveniente, y con ello dar vida al sueño de todo dictador que pretende eternizarse en el poder a trasmano.

A mí, lo digo sinceramente, me molesta, al igual que a muchos mexicanos, observar que políticos advenedizos y con un raquítico y patético capital intelectual, de pronto se dan aires de grandeza, cuando simplemente son testaferros de quien les ordena, les indica cuándo voltearle las Cámaras a la jefa de la nación, que es una, que no son ellos.

El problema es que se dan aires de grandeza, porque su cadenero lo permite, porque la obsesión por el poder, al grado de pretender heredarlo, empieza a generar fisuras en el único proyecto, que tal vez haya sido su única acción sincera, desinteresada, de corazón, al impulsar la llegada de una mujer a la presidencia de la República.

Pero eso ha quedado en el olvido, y efectivamente, los peores enemigos de Claudia Sheinbaum Pardo se encuentran adentro, no en la desdibujada y casi inexistente oposición, sino en su propio partido político, en los representantes populares que entienden por populares los intereses de quien les gira todos los días instrucciones que, con bastante regularidad, se llevan en las patas a la presidenta.

Dirá que caigo en el lugar común, que con el priísmo todo estaba peor, pero bien que sabe usted que no es así, que de alguna manera siempre existió un respeto real por quien encabezaba el Poder Ejecutivo, y sus órdenes no estaban sujetas a revisión de un Poder Ejecutivo Real.

Hoy todos, absolutamente todos, se sienten los grandes dictadores, desde un dos caras, Ricardo Monreal, hasta un sobredimensionado Adán Augusto, y no se diga los protegidos y protegidas de estos dos sujetos, que ya salen a pegar gritos con tintes de señora de las Lomas que regaña a su servidumbre.

En todo este maremágnum de vividores y ambiciosos, observamos a una mujer inteligente, preparada académicamente, también en lo político, pero que cada día está más y más obligada a dar un golpe sobre la mesa, con una frase que es necesaria ahora en el plano federal, “para el ex presidente López Obrador, todo mí afecto, PERO AQUÍ, HAY PRESIDENTA”.

De no hacerlo, estará condenada a soportar las traiciones de Monreal, de López Augusto, que de tanto hacerlo, ya se sienten poderosos, dispuestos a que la herencia directa siga en Zacatecas al mando del Poder ejecutivo estatal, con todo y que han destruido a una entidad antes próspera; o a trasmano, para hacerse de posiciones en Chihuahua y todo el norte del país. Pero para ellos, para su goce particular, para que en una de esas se diga que ya estuvo, que quieren ser presidentes de la República. Aunque saben, bien que lo saben, que, si la orden llega, harán jefe de la nación al hijo predilecto.

Sin embargo, y pese a todo, por alguna razón creo que Sheinbaum Pardo hará lo que debe de hacer en poco tiempo. Porque ella es la Presidenta de la República, porque nadie aguanta tantas humillaciones durante tanto tiempo, y porque, tarde que temprano, descubren que en México, se respeta la investidura presidencial, y que presidenta solo puede haber una, le guste o no le guste al que insiste en querer mandar, cuando ya lo hizo, y no tan bien como lo cree, durante más de seis años.

Mil gracias, hasta el próximo lunes.

Correo: jeperalta@plazajuarez.mx

X: @JavierEPeralta

Autor