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jueves, abril 24, 2025

Los dolores que Francisco denunció en México

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Durante su viaje apostólico a México en 2016, del 12 al 17 de febrero, el Papa Francisco abordó temas clave que aún resuenan en el país tras su muerte este lunes, como la migración, la exclusión de los pueblos indígenas, los desafíos del mundo laboral, la corrupción y la violencia.

A lo largo de seis días, Francisco visitó Ciudad de México -donde fue recibido por el entonces presidente, Enrique Peña Nieto (2012-2018)-; así como Ecatepec, en el central Estado de México; Chiapas, en el sureste, Michoacán, en el occidente, y Ciudad Juárez, en Chihuahua.

En su visita a Ciudad Juárez, el Pontífice alzó la voz por los migrantes que cruzan la frontera con Estados Unidos: “No podemos negar la crisis humanitaria que en los últimos años ha significado la migración de miles de personas (…) ¡No más muerte, ni explotación!».

También en Juárez, durante su visita al penal Centro de Readaptación Social (CERESO), Francisco cuestionó los modelos de seguridad basados en el encierro.

“Ya tenemos varias décadas perdidas creyendo que todo se resuelve aislando, apartando, encarcelando. Nos hemos olvidado de concentrarnos en lo que realmente debe ser nuestra verdadera preocupación: la vida de las personas”, dijo el papa en Chihuahua.

Ese mismo día, el pontífice también se encontró con trabajadores y empresarios, con quienes aprovechó para denunciar la cultura del descarte y los modelos económicos que priorizan el lucro sobre las personas:

“Dios pedirá cuenta a los esclavistas de nuestros días (…) El flujo del capital no puede determinar el flujo y la vida de las personas”, sentenció Francisco.

Chiapas, perdón por los abusos

En su visita a Chiapas, en el sureste mexicano y la región más pobre del país, el Papa celebró una misa con comunidades indígenas y reconoció los abusos cometidos contra ellos.

“Algunos han considerado inferiores sus valores, sus culturas y sus tradiciones. […] ¡Perdón, hermanos! (…) El mundo de hoy, despojado por la cultura del descarte, los necesita”, defendió el primer papa latinoamericano.

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