Los bomberos griegos luchan este jueves, por segundo día consecutivo, contra un gran incendio forestal en la isla griega de Creta, en el Mediterráneo oriental, que ya ha causado considerables daños en infraestructuras públicas, como la red de suministro de agua, y ha forzado la evacuación de varios pueblos.
Unos 250 bomberos, con 54 camiones, 12 aviones y 8 helicópteros cisterna operan en la zona, así como un equipo de 32 bomberos especializados enviado desde Atenas.
El fuego se declaró la víspera, miércoles, en la región de Rétino, en el centro de la isla, y aunque esta mañana había quedado reducido a una serie de focos pequeños sin un frente activo, las llamas se reavivaron luego, atizadas por fuertes vientos, explicó a EFE un portavoz de los Bomberos.
Las autoridades han ordenado la evacuación preventiva de diez pueblos en los que viven más de 1.000 personas, mientras las llamas siguen propagándose hacia el este.
Según informó la televisión SKAI, en la isla se espera la llegada del ministro de Protección Civil, Vasilis Kikilias, así como un segundo equipo ateniense de 40 bomberos especializados.
Se han anunciado además refuerzos de medios aéreos -aviones y helicópteros cisterna- desde la isla de Rodas y la localidad de Elefsina, cercana a Atenas.
Stavros Arnautakis, alcalde del municipio de Amari, donde arde el fuego, pidió este jueves a Protección Civil que declare el «estado de emergencia» en la zona.
El edil señaló que el fuego ha quemado hasta el momento «áreas inmensas» y que ha provocado «extensos daños» en infraestructuras públicas, como la red de suministro de agua, además de calcinar vastas áreas de cultivo.
Si bien las temperaturas actuales son normales para la temporada, dos olas de calor extremo que sufrió el país en junio y julio, con temperaturas que sobrepasaron en algunas regiones los 44 grados, han secado la vegetación local, lo que ha aumentado el riesgo de incendios forestales.
En todo el país, decenas de fuegos se declaran a diario, aunque la mayoría son sofocados antes de que se extiendan.
Según el Observatorio Nacional de Atenas, Grecia vivió en 2024 su mes de julio más caluroso desde que se empezaron a llevar registros en 1960.
La temperatura media se situó en los 27 grados centígrados, 2,9 grados por encima del valor medio registrado el mismo mes entre 1991 y 2020.