Los abogados de Luigi Mangione, acusado de asesinar al director ejecutivo de la aseguradora UnitedHealthcare, renunciaron este jueves a pedir la libertad bajo fianza mientras su proceso federal espera una nueva audiencia el 18 de enero.
Mangione había sido acusado previamente de un cargo federal de asesinato, otro de armas y dos de acoso en Nueva York por el asesinato a tiros del CEO Brian Thompson a plena luz del día en el centro de la ciudad hace más de dos semanas.
El joven de 26 años entró al tribunal federal del Distrito Sur de Manhattan vestido con unos pantalones caquis, camisa blanca y un jersey azul marino, y se sentó entre sus abogados, el matrimonio conformado por Karen Agnifilo y Marc Agnifilo, quien también representa al controvertido rapero Sean ‘Diddy’ Combs.
La audiencia de lectura de cargos despertó tal expectación que estaba previsto que comenzara a las 14:00 hora local (19:00 GMT) pero arrancó una hora después, con todos los asientos de la sala ocupados, mayoritariamente por la prensa y personal de la propia corte.
Por su parte, la Fiscalía federal del Distrito Sur de Manhattan, en Nueva York, pidió a la juez Katherine Parker, encargada de la audiencia, que Mangione permanezca detenido sin posibilidad de fianza.
«Tiene derecho a ser puesto en libertad hasta que se considere que existen condiciones que garanticen su presencia en futuros procedimientos judiciales o la seguridad de la comunidad. Tiene derecho a contratar a su propio abogado, como ha hecho. ¿Lo ha entendido?», inquirió Parker a Mangione.
El joven se limitó a responder «sí» a las preguntas de la juez, que además de leerle los cargos, le recordó sus derechos constitucionales.
Durante la mayor parte de la sesión, Mangione mantuvo su vista hacia la juez, aunque en un momento se giró para mirar al público.
«Nunca en mi carrera vi nada así»
Karen Agnifilo indicó a la juez que la imputación de cargos federales le sorprendió y pidió a la Fiscalía «transparencia», puesto que, argumentó, la acusación del fiscal de distrito de Manhattan y la investigación federal parecen relatar «dos casos distintos».
«Los argumentos son confusos y poco comunes. Nunca en toda mi carrera había visto nada así», agregó.
La causa del estado de Nueva York contra Luigi Mangione se desarrollará «en paralelo» al caso federal contra él, según informó la Fiscalía del Distrito Sur de Manhattan en un comunicado.
Unos cincuenta curiosos y seguidores de Mangione se agolparon en la entrada del tribunal para, en su mayoría, apoyarlo. Como Stephanie Mayer, una neoyorquina de 42 años, que dijo a EFE que los cargos contra el joven son una «cacería hacia un héroe ante las injusticias de las aseguradoras».
Al terminar la audiencia, la abogada Karen Agnifilo, que llevaba muletas, declinó hacer comentarios a la prensa, mientras el grupo de seguidores de Mangione pidieron tímidamente su liberación.
Mangione había arribado dos horas antes a un helipuerto de Wall Street tras haber sido trasladado desde Pensilvania a Long Island (Nueva York) en avión durante ese primer tramo del desplazamiento.
Mientras, un enorme despliegue de seguridad, con helicópteros sobrevolando el área, decenas de agentes de la Policía de Nueva York y de la unidad contraterrorista del FBI, rodeaba al detenido para llevarlo finalmente al tribunal.
El dispositivo también había despertado tanto interés que incluso el alcalde de Nueva York, Eric Adams, se desplazó hasta el helipuerto para respaldar a las autoridades implicadas, dado el «simbolisimo» del caso.
La denuncia federal contra Luigi Mangione desvelada en las últimas horas ofrece nuevos detalles sobre un cuaderno que, según las autoridades, estaba en su posesión y que «contenía varias páginas manuscritas que expresan hostilidad hacia el sector de los seguros de salud y hacia los ejecutivos ricos en particular».
Mangione ha sido imputado previamente por la Fiscalía de Manhattan por un total de once cargos, entre ellos uno de asesinato en primer grado que podría computarse como «acto terrorista» y acarrearle una pena máxima de cadena perpetua si es declarado culpable, y también afronta cargos por posesión de armas en Pensilvania, donde fue detenido.