Los integrantes del Grupo Parlamentario del PRI, encabezados por el coordinador Rubén Moreira Valdez, en acuerdo con la dirigencia de Alejandro Moreno y Carolina Viggiano, aseguraron que la reforma al Poder Judicial representa la destrucción del país, porque no trabaja a favor de la seguridad ni garantiza la protección de los derechos de los que ahí laboran, razón por la que ratificaron su voto en contra del dictamen de las leyes secundarias.
Al presentar el posicionamiento de la bancada del PRI, el diputado federal Emilio Suárez Licona advirtió que la reforma para la elección de personas juzgadoras implica dejar en el desamparo a candidatos en regiones del territorio que hoy se encuentran arrodilladas ante el acoso y amenaza de los criminales.
Llamó a emprender un esfuerzo conjunto para revisar todos los tramos que componen el desarrollo normativo, porque el dictamen no especifica las previsiones a la elección de jueces sin rostro, tampoco regula la elección de los magistrados y jueces especializados con competencia nacional, y no garantiza el acceso a la justicia en el caso del procedimiento especial sancionador en materia electoral.
Indicó que esto es preocupante en el contexto de que se trata de una reforma trascendental para el país y para el futuro de miles de servidores públicos. Señaló que el dictamen presenta una falta de seriedad y rigor técnico-jurídico en la adecuación de un marco normativo que en esas condiciones representa un ejercicio de improvisación inaceptable.
En su intervención, el legislador Alejandro Domínguez expuso cómo la sobrerrepresentación legislativa es el arma que destruye a las instituciones del Estado mexicano y las reformas a las normas electorales no otorgan claridad en el proceso de elección a jueces y magistrados.
Anotó que el dictamen dispone que el INE emitirá los acuerdos necesarios para la organización, desarrollo, cómputo y vigilancia y fiscalización del proceso electoral, pero no contempla con claridad las condiciones, los plazos y los medios de impugnación para estos actos. Aseveró que es una reforma oscura que su partido votará en contra porque no hay una transformación y no se respetan los derechos.
El diputado Arturo Yáñez preguntó a los legisladores de Morena y sus aliados si quieren terminar con la justicia del país porque está claro que la reforma al Poder Judicial constituye el último clavo del ataúd legislativo en la democracia.
Agregó que en el PRI se pronuncian por una justicia sin instrucciones y sin colores, porque no es mérito de un partido o de un gobierno, no es propiedad de nadie.
En el cierre del debate en lo general, la congresista Verónica Martínez dijo que alza la voz por los cientos de profesionistas que a lo largo de los años se prepararon, que cuentan con una importante trayectoria que les permitió ser jueces o magistrados por méritos propios. Por eso, mencionó se requiere una reforma que fortalezca las fiscalías, a los ministerios públicos y a los juzgadores, y no una reforma que debilite los ejes de la democracia.
Por lo anterior, lamentó que se vaya avalar una reforma que romperá la autonomía del Poder Judicial, al marcar la línea de cómo debe impartirse la justicia en el país, bajo una visión ideológica y conforme a los intereses del gobierno federal. Apuntó que esto solo llevará a un grave retroceso que pone en riesgo la protección de los derechos humanos.