IGUALDAD SUSTANTIVA, EMPODERAMIENTO EFECTIVO
El “holocausto” del pleno siglo XXI ocurrido en México con el genocidio en los Campos de Exterminación en Teuchitlán, Jalisco, recientemente descubiertos por el Colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, ha sido escenario de violencia extrema, donde se han reportado desapariciones forzadas y ejecuciones asociadas con el crimen organizado y la impunidad, han dejado un profundo impacto emocional en la humanidad, especialmente en las familias de las víctimas.
Haciendo un estudio y análisis de la situación de estos campos de exterminación desde una perspectiva de género, encontramos que permite visibilizar las dinámicas sociales, culturales y políticas que han influido en la participación de las mujeres en la búsqueda de sus hijos e hijas desaparecidos desde el rol de la mujer como cuidadora.
Históricamente las mujeres han sido vistas como las principales cuidadoras de la familia, intensificándose este rol en situaciones de crisis, donde la búsqueda de las personas desaparecidas se convierte en una extensión de su responsabilidad para cuidar y proteger a sus seres queridos, luchando de manera incansable y permanente ante todos los obstáculos.
Ante este hecho, las mujeres han sido fundamentales en la creación de colectivos de búsqueda, donde comparten experiencias, recursos y estrategias, estos espacios les permiten empoderarse y visibilizar la problemática de la desaparición forzada. A través de sus testimonios y acciones, las mujeres han logrado visibilizar la magnitud de la violencia en sus comunidades, su voz se ha convertido en un instrumento de denuncia y exigencia de justicia ante las autoridades, aún sin atender.
La búsqueda de sus seres queridos ha llevado a muchas mujeres a desarrollar habilidades de liderazgo y organización, lo que no solo les permite avanzar en su búsqueda, sino que también desafía las normas de género que limitan su participación en espacios públicos. Ellas se han organizado en colectivos y movimientos, desarrollando una fuerte red de apoyo que desafía los estereotipos tradicionales de género.
Las mujeres que buscan a sus hijos e hijas a menudo enfrentan estigmas y vulnerabilidades adicionales, como la violencia de género, el acoso y la discriminación, este contexto puede dificultar su acceso a recursos y apoyo, y a pesar de los riesgos, muchas mujeres han tomado un papel activo en la lucha por la verdad y la justicia
Los desafíos y obstáculos que confrontan las mujeres se centran en la falta de respuestas efectivas por parte de las autoridades creándoles un ambiente de desesperanza, se enfrentan a la burocracia y la corrupción, lo que complica aún más su búsqueda; son blanco de violencia, y además de ello, la escasez de recursos económicos y psicológicos limitan su capacidad para llevar a cabo sus búsquedas de manera efectiva, lo que exige una atención especial por parte de las autoridades y la sociedad civil para garantizar su seguridad.
El análisis de la situación en Teuchitlán desde una perspectiva de género, revela la importancia del papel de las mujeres en la búsqueda de sus hijos e hijas desaparecidos, ya que través de su empoderamiento, resiliencia y lucha colectiva, han desafiado roles y estereotipos de género, convirtiéndose en agentes de cambio en la búsqueda de justicia, sin embargo, es crucial abordar los desafíos que enfrentan, promoviendo políticas públicas que garanticen su seguridad y apoyen sus esfuerzos en la lucha contra la impunidad y la violencia.
La problemática de las desapariciones forzadas en Teuchitlán, Jalisco, es un reflejo de una crisis más amplia que afecta a diversas regiones de México, este fenómeno no solo representa una violación grave de los derechos humanos, sino que también pone de manifiesto la ineficiencia y la falta de respuesta adecuada de las autoridades ante un problema que exige atención urgente y efectiva.
