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domingo, marzo 9, 2025

Las deportistas transgénero, tema estrella en la campaña electoral del COI

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El encaje de las mujeres transgénero en las competiciones deportivas femeninas se ha convertido en uno de los temas estrella de la campaña electoral en el Comité Olímpico Internacional (COI), organismo que apenas dentro de dos semanas, el 20 de marzo, elegirá a su nuevo presidente.

La autodeterminación de género vuelve a dividir un año más a las mujeres ante los actos y manifestaciones del 8 de marzo y el deporte es uno de los escenarios en el que esas diferencias se hacen más evidentes.

Este Día Internacional de la Mujer coincide con la carrera electoral olímpica y los seis hombres y una mujer candidatos a presidir el COI, ente rector del deporte mundial, han tenido que hacer frente a esa polémica como uno de los ejes de la campaña, a la misma altura que el veto deportivo a los atletas rusos por la guerra de Ucrania o que la posibilidad de pagar premios en metálico a los campeones olímpicos.

Los siete aspirantes coinciden mayoritariamente en la necesidad de «proteger» el deporte femenino y de tomar decisiones basadas en «pruebas médicas y científicas», y no «en la ideología». A juicio de los candidatos, la ciencia ya ha demostrado que las deportistas que crecieron como hombres y luego hicieron la transición tienen ventaja física sobre sus compañeras.

«No apoyo que las deportistas transgénero compitan en los Juegos Olímpicos contra atletas femeninas, ya que es injusto para estas», dijo rotundamente a EFE la exnadadora zimbabuense Kirsty Convetry, que puede convertirse en la primera mujer al frente del olimpismo mundial.

Los estudios, ha comentado también, hablan de «una desventaja» para las mujeres cuando compiten contra trans. Coventry desea que el COI lidere este debate «para llegar a una postura común» y «para proteger las categorías femeninas».

Actualmente el COI deja libertad a cada federación para que regule la participación de las deportistas transgénero y la mayoría ha optado por excluirlas de las competiciones femeninas o condicionarla a que hayan hecho la transición antes de la pubertad.

Un debate necesario para fijar la postura del COI

El francés David Lappartient, otro de los candidatos, subraya su «respeto pleno» a los derechos de las personas trans y su opinión de que «cualquier transexual es bienvenido al mundo del deporte».

«Pero la cuestión es si la participación de la deportista transexual afectará o no a la equidad de la competición (…). También tenemos que escuchar las voces de las deportistas femeninas. Si soy elegido presidente del COI propondré celebrar un debate sobre este tema con médicos, activistas de derechos humanos, atletas transexuales y atletas femeninas, utilizando datos científicos», dijo en un encuentro en la AIPS (Asociación Internacional de Prensa Deportiva).

Lappartient es presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI), que ya tomó la decisión de no permitir a las transexuales competir en categoría femenina: «Hemos llegado a la conclusión de que, aunque se pueda regular el nivel de testosterona durante un periodo de cuatro años, la justicia de la competición puede verse alterada. Tu cuerpo tiene, en cierto modo, la memoria de lo que eras antes y esto puede afectar claramente a la competición».

Entre los aspirantes a la presidencia del COI, el británico Sebastian Coe, al frente de World Athletics, fue quien se pronunció antes y más claramente sobre este asunto al señalar que la protección de las categorías femeninas era para él «absolutamente innegociable». También opina que el Comité no tiene una postura suficientemente clara y que es necesario que se pronuncie sin ambigüedad.

Una polémica que genera «alarma social»

Como actual vicepresidente del COI, el candidato español Juan Antonio Samaranch defiende que cuando este debate llegó a la Ejecutiva olímpica hace cinco años lo más prudente fue traspasar la responsabilidad a las federaciones internacionales para que cada una decidiera sobre su deporte.

Pero admite que el caso de las boxeadoras en los Juegos de París creó «alarma social», por lo que el COI debe dar un paso al frente para que el deporte femenino «se mantenga seguro», según las pruebas científicas «que abundan hoy en día».

La púgil argelina Imane Khelif y la taiwanesa Lin Yu-ting se proclamaron campeonas olímpicas tras verse envueltas en una enorme polémica por su anterior descalificación por parte de la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), que puso en duda su condición de mujeres. Como telón de fondo, las discrepancias entre el COI y la IBA, inhabilitada por corrupción. Pese a que el COI aseguró que ambas deportistas habían nacido y crecido como mujeres, su participación se relacionó con la polémica trans.

En parecidos términos a los otros candidatos se han manifestado el sueco-británico Johan Eliasch y el japonés Morinori Watanabe, quien admite que resolver este debate llevará mucho tiempo.

El jordano Feisal Al Hussein, que completa la lista de aspirantes, trabaja dentro del Movimiento Olímpico en distintos organismos relacionados con la igualdad, la diversidad, los derechos de los deportistas y la lucha contra los abusos. No profundizaba sobre el asunto de las deportistas transgénero en su programa, pero durante sus entrevistas en campaña no se ha mostrado tan tajante como sus rivales.

«Si no hay una ventaja demostrada científicamente, no veo por qué deben ser excluidas. El Movimiento Olímpico habla de la inclusión de todos los sectores sociales», afirmó también en los encuentros con la AIPS.

También hizo hincapié en la necesidad de garantizar «la seguridad» de las deportistas transgénero para no obligarlas a someterse a «procedimientos de riesgo» con tal de que cumplan las condiciones para competir.

Cualquiera que sea el resultado de las elecciones del día 20, el debate sigue abierto y requerirá una atención preferente del próximo presidente.

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