La sonda china Chang’e 6 despegó este martes de la Luna tras haber recogido muestras de su cara oculta por primera vez en la historia, informó hoy la Administración Nacional del Espacio de China.
La institución informó que el módulo ascendente de la sonda ya ingresó en una órbita predeterminada alrededor de la Luna.
La sonda completó su tarea de recolección de muestras, que fueron almacenadas en un contenedor dentro de su módulo ascendente, de acuerdo con la Administración.
Durante el proceso, los investigadores llevaron a cabo simulaciones de recolección de muestras en un laboratorio terrestre, basándose en los datos enviados por el satélite de retransmisión Queqiao-2, lo que brindó un «apoyo crucial» para la toma de decisiones y las operaciones en cada etapa de la misión, recogió la institución en un comunicado publicado en su página web.
La sonda, que despegó de la Tierra el 3 de mayo, alunizó el pasado domingo en la Cuenca Aitken-Polo Sur.
La misión ha superado «el desafío de las altas temperaturas en la cara oculta de la Luna», indicó la Administración, que agregó que se utilizaron dos métodos para la recolección de muestras: un taladro para obtener muestras subterráneas y un brazo robótico para recoger muestras de la superficie en diferentes ubicaciones.
Los múltiples instrumentos instalados en el módulo de aterrizaje, como la cámara de aterrizaje, la cámara panorámica, el detector de estructura del suelo lunar y el analizador de espectro mineral lunar, «funcionaron correctamente y llevaron a cabo exploraciones científicas según lo previsto».
Tras completar la recogida de muestras, el módulo de aterrizaje desplegó por primera vez una bandera nacional china en la cara oculta de la Luna.
La sonda, cuyo viaje de ida y vuelta se prolongará durante unos 53 días, está compuesta por cuatro componentes: un orbitador, un alunizador, un ascensor y un módulo de reentrada.
El programa Chang’e, nombrado en honor a una diosa de las leyendas chinas que se cree vive en la Luna, comenzó con el lanzamiento de una primera sonda en 2007.
En los últimos años, Pekín ha invertido fuertemente en su programa espacial y alcanzado hitos como el exitoso alunizaje de la Chang’e 4 en la cara oculta de la Luna en enero de 2019, un logro que ningún otro país había obtenido hasta la fecha, y la construcción de su propia estación espacial.