AGENDA EDUCATIVA
La Secretaría de Educación Pública se creó en 1921 y su primer secretario fue José Vasconcelos (Oaxaca,1882-Ciudad de México, 1959). Tres narrativas se construyeron con este hecho: primero, la SEP empezó a representar lo que actualmente conocemos como el sistema educativo nacional; segundo, ubicamos a una persona destacada al frente de dicha Secretaría; y tercero, la silla de Vasconcelos se vuelve un símbolo del lugar que ocupa el secretario de la SEP en la historia educativa nacional y que es reconocida por el magisterio.
Es probable que algunas personas no conozcan a José Vasconcelos más que por el nombre de alguna biblioteca o premio, pero no por el tamaño de su legado. Quizá por ello, sea importante mencionar algunos pasajes y datos biográficos que pueden encontrarse en distintos documentos como sus obras completas (cuatro tomos de la edición 1957, 1958 y 1961), los fragmentos de audiolibros que pone a disposición la UNAM, la Enciclopedia de la literatura en México y el Colegio Nacional.
José Vasconcelos fue abogado, educador, filósofo, intelectual y político. Vasconcelos asistió a la Escuela Nacional Preparatoria (de la cual fue director en 1914) y luego a la Escuela Nacional de Jurisprudencia, de la cual salió como abogado. La formación de abogado no era extraña en el siglo XIX (incluso en el presente) en la administración pública.
En sus años de formación y preocupación filosófica, conoció (o vivió) el modelo educativo positivista, y la crítica a la filosofía positivista. Por tanto, fundó con otros jóvenes ilustres, el Ateneo de la Juventud en 1909, junto a Alfonso Reyes, Isidro Fabela, Pedro Henríquez Ureña, Antonio Caso y un centenar de jóvenes que tendrían un papel relevante en la vida nacional (Vargas, 2009).
En su fase académica conoció los temas educativos que lo llevaron a ocupar la dirección de la Biblioteca Nacional y luego ser rector de la Universidad Nacional de México entre 1920 y 1921. También, en aquellos años, contribuyó a la creación de la SEP, de la cual quedó al frente de 1921 y 1924. Aquí, Vasconcelos, ya en su fase política, estableció acciones que marcarían el rumbo de la educación pública del país.
Una de las acciones emblemáticas fue dotar de libros a una población que no sabía leer ni escribir, lo que al principio era una contradicción. En una de sus famosas obras, Ulises Criollo (1936), da cuenta de su preocupación por la educación y la cultura. Por ello, quería una colección de 100 obras, pero de las cuales sólo logro 13, de ellas 17 tomos fueron impresos en pastas de color verde olivo. Las obras fueron: Los Diálogos de Platón (dos tomos), Tragedias de Eurípides, Tragedias de Esquilo, Vidas Paralelas de Plutarco (dos tomos), La Ilíada (2 tomos), La Odisea y Los evangelios. Hace poco la SEP sacó una edición facsímil de esa colección para conmemorar su 99 aniversario.
De 1921 al presente varias personas brillantes (y otras no tanto) han ocupado la silla de Vasconcelos. Llama la atención que siendo tan importante la Secretaría de Educación para el país, Claudia Sheinbaum, la virtual presidenta de la república, no haya definido quién ocupará esa titularidad. De ello, abordaremos en la siguiente entrega.
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