Con una serie de siete cuentos, el escritor originario de Torreón Coahuila, Carlos Velázquez Perales, logra introducirnos a siete escenarios muy diferentes entre sí pero a la vez concatenados por un halo narrativo que nos lleva, mediante la cotidianeidad y aquello que los demás ven pero de lo que no se escribe, a mundos habitados por personajes que se escuchan, que huelen y se pueden casi tocar en su obra “El menonita zen”, editada y publicada por Editorial Océano.
Al respecto, el autor señaló en una entrevista para Diario Plaza Juárez que lo importante para él es retomar las problemáticas sociales actuales, darle vuelta a los clichés y escribir aquellas historias a las que infinidad de escritores no han abordado por considerarlas demasiado simples o comunes.
“No debemos olvidar que la literatura está en la calle también, no sólo en la familia, y esta sería mi recomendación para los jóvenes, que abran los ojos y que lean porque hay millones de historias para ser contadas, historias que valen la pena”, dijo tras ser cuestionado sobre el público para el que escribe y el mensaje que pudiera adelantar para los jóvenes universitarios, ya que se presentará el próximo domingo 25 de agosto a las 18 horas en la Feria Universitaria del Libro (FUL) de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.
De igual forma agregó: “no me he propuesto escribir literatura para un público específico pero los textos conectan mucho con los chavos y con personas mayores, no hay ningún impedimento para poder conectar con el lenguaje, las historias, los personajes, y aquellos a los que les gusta mucho la música, encuentran mucho eco en estos libros”.
Cabe destacar que la obra de Carlos Velazquez tiene como sello propio, la presencia de referencias musicales, algunas que son de su agrado y otras que aunque no son de su gusto lo son para sus personajes, por lo que al igual que el lenguaje que se utiliza en cada historia, la música y personalidad de la gente que protagoniza sus historias surgen de la imaginación y de la constante observación de los lugares que frecuenta o que recorre en vida diaria.
“Este libro, es una especie de animalario de personajes (…) Cuando salgo a la calle comienzo a estructurar en mi cabeza, las historias, los personajes, algunas se desarrollan en la frontera, otras en la ciudad, es un libro ecléctico con distintos tonos, espacios y personajes”, señala el autor.
De igual forma menciona que los personajes están anclados a la realidad, parten de un punto porque es su interés el denominado “realismo alterado”.
En estas historias el autor nos lleva por un sendero de espiritualidad que si bien en algunos no es intencionada, permite reflexionar sobre diversos temas de la actualidad, la búsqueda de la paz, el equilibrio, la lucha con los seres queridos, los fantasmas que llegan a molestar la vida. Son siete historias protagonizadas por personas que podríamos conocer en nuestras vidas, que viven cerca de nosotros e incluso algunos podríamos considerarlos nuestros mejores amigos.