La Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, más conocida como ‘ley ómnibus’, que fracasó en su trámite parlamentario en febrero, comenzará a debatirse de nuevo el lunes y, según afirmó este viernes el Gobierno de Javier Milei, será “una realidad”.
“Conceptualmente, la ‘Ley Bases’ va a ser una realidad y las modificaciones son parte de dar pasos hacia delante. De a poco, se entendió que era una ley para la gente. Lo que esté fuera de la ley, seguiremos buscando consensos para la Argentina”, dijo el portavoz presidencial, Manuel Adorni, durante su conferencia de prensa diaria en Casa Rosada, sede del Ejecutivo.
Tras conseguir en la víspera el dictamen de comisión, este megaproyecto será, nuevamente, debatido en el Congreso argentino el lunes y martes próximo, cuando el Gobierno confía obtener entre 135 y 140 votos para aprobarlo en la Cámara Baja, aunque haya resistencia a algunos de los 279 artículos.
Originalmente, la ley tenía 664 artículos más anexos, pero ante el rechazo general en Diputados y las innumerables modificaciones, Milei había dado la orden de que volviera a comisiones, tras ser enviado por primera vez en febrero pasado.
Entre los asuntos más importantes que se debatirán desde el lunes está la reforma laboral, que fue recortada de 60 a 16 artículos, tras reuniones con funcionarios del Estado, gobernadores y los principales sindicatos del país, como la Confederación General del Trabajo (CGT).
Inicialmente, formaba parte del decreto de necesidad y urgencia (DNU), presentado por el mandatario en diciembre, pero esa sección fue frenada por la Justicia tras una petición de los sindicatos.
Entre los cambios destacados al texto inicial de la ‘ley ómnibus’ se encuentra la eliminación del Banco Nación (entidad bancaria estatal) de la lista de empresas a privatizar y las secciones relacionadas con el acopio de títulos públicos en manos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, que buscan la promoción del crecimiento económico.
La oposición anticipó que impulsará reincorporar el capítulo de impuestos al tabaco, que el Ejecutivo quitó por “falta de consenso”, para devolver la suba de 70 % a 73 % en la alícuota del impuesto interno.
“Entendemos que no va a haber modificaciones de la ley. En general, las empresas públicas son pasibles de privatizar en algún momento porque determinadas funciones no son necesarias que sigan corriendo por cuenta del Estado; siempre se gobernará con esa lógica”, agregó Adorni.
Por su parte, en declaraciones a Radio Mitre, el ministro del Interior, Guillermo Francos, quien ha llevado las negociaciones con los gobernadores provinciales -todos opositores-, consideró que habrá “temas” que la Unión Cívica Radical (UCR, centro) intentará sumar durante el debate, ya que en las reuniones previas “entorpecía la negociación con otros bloques”.
Respecto a la privatización del Banco Nación, el ministro expresó que el Ejecutivo buscará imitar políticas utilizadas por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, que llevó la entidad a la bolsa de Nueva York.
“Si un banco público en Brasil, bajo la presidencia de Lula, se convirtió en una empresa que cotiza en bolsa y que incluyó capital privado, ¿por qué no hacerlo nosotros acá?”, se preguntó.