RETRATOS HABLADOS
El negocio de la “intermediación”, o coyotaje, para usar una expresión de todos conocida, en la realización de obras por parte del gobierno estatal, fructificó de una manera escandalosa durante muchos años, traduciéndose en la generación de dirigentes ricos y seguidores esquilmados con cobros absurdos para la manutención del “movimiento”, que, además, exigía su presencia en calidad de acarreados, para “mostrar músculo” en manifestaciones y plantones en las principales plazas de la capital hidalguense, por tiempo indefinido, o hasta que lograban una “negociación”.
Ese fue el esquema de “trabajo” que durante muchos, muchos años, aplicaron organizaciones como “Antorcha Campesina”, a lo largo y ancho del país, y con una actuación estelar en territorio hidalguense, que les permitió convertirse en algo así como un gobierno alterno, en el que su dirigencia decidía dónde construir viviendas sin servicios, escuelas con maestros impuestos por ellos mismos, pero, eso sí, drenaje y agua, así como profesores a cargo del erario público.
Siempre con la advertencia de que organizarían multitudinarias marchas con más de cien mil de sus seguidores, para paralizar, si era necesario, toda actividad en Pachuca y sus alrededores. Por supuesto nunca pudieron reunir semejante cantidad de militantes, pero su estilo muy particular de amenazar, surtía efecto inmediato en autoridades timoratas.
Sin embargo, ese paraíso de impunidad y abuso terminó cuando, de plano, el entonces presidente de la República que recién había asumido el cargo, les advirtió que no habría más apoyo a supuestos intermediarios, dedicados al suculento negocio del coyotaje.
En Hidalgo todos conocieron el actuar de Guadalupe Orona Urías, todo un personaje del intermediarismo, y que recientemente puso en marcha, de nueva cuenta, la estrategia de la Orden de las Hermanas de la Caridad, que se presenta como una organización que solo busca hacer el bien, sin mirar a quién, sin beneficios de por medio para sus dirigentes.
El hecho es que ese proceder ya no habrá de funcionar, porque, simple y sencillamente, el negocio de invadir terrenos en zonas carentes de todo servicio para luego exigir su introducción, funcionó en tanto el temor asaltaba a las autoridades. Igual que edificar escuelas, poner profesores a su antojo, y después esperar a que la Secretaría de Educación Pública pagara los salarios, a los maestros que ellos designaban a su antojo.
Ese intermediarismo, que por supuesto implicó ganancias para sus dirigentes, ya se acabó por el bien de todos, y bajo ninguna circunstancia debe permitirse que regrese, porque implica gastos innecesarios y con una nula vigilancia, y el empoderamiento de personajes siniestros del uso y abuso de la gente.
MINUTARIO.- La llegada de un periodista en todo el sentido de la palabra, a la Coordinación de Comunicación Gubernamental, garantiza, de manera esencial, el conocimiento cierto y directo, del trabajo que se hace en redacciones de diferentes medios que se publican en la entidad, sean impresos o solo digitales. Jorge Martínez López ha dedicado toda su vida a esta tarea con profesionalismo y una sensibilidad cierta para dar voz a los que menos tienen. Nadie podrá regatearle su labor cotidiana. Por muchas razones llega en un momento importante a la Coordinación de Comunicación Gubernamental, con la confianza plena del gobernador Menchaca, y el reconocimiento de los que hemos dedicado la vida al ejercicio del periodismo. Sea pues bienvenida su designación. La mejor de las suertes para Jorge.
Mil gracias, hasta mañana.
@JavierEPeralta