IGUALDAD SUSTANTIVA, EMPODERAMIENTO EFECTIVO.
A cinco años de la fecha límite de la Agenda 2030, 2025 representa una encrucijada: avanzar hacia sociedades más justas o caer en pobreza, desigualdad y pérdida de derechos, ONU Mujeres y la ONU muestran que, pese a avances como la eliminación de leyes discriminatorias en 100 países y que las niñas superen a los niños en estudios, persisten brechas profundas.
Las mujeres viven mayor pobreza y hambre: el 10 por ciento en pobreza extrema, sin mejora desde 2020, enfrentan menor acceso a tierras, finanzas y empleos dignos, invertir en ellas podría reducir la pobreza femenina del 9.2 por ciento en 2025 a 2.7 por ciento en 2050, sumando 342 billones de dólares a la economía global.
Las mujeres también sufren inseguridad alimentaria, mala salud y violencia, con casi una de cada cinco jóvenes casadas antes de los 18 y millones sometidas a mutilación genital. La educación y leyes protegen, pero prácticas nocivas y matrimonios infantiles aún obstaculizan su autonomía y liderazgo.
En política y empleo, solo el 27 por ciento de los escaños parlamentarios y 30 por ciento de puestos directivos son ocupados por mujeres, su participación en tecnología e IA es escasa, lo que pone en riesgo su futuro laboral; la revolución digital podría beneficiar a millones, si se cierra la brecha digital.
Las mujeres son las primeras en sufrir conflictos y efectos del cambio climático: viven en zonas peligrosas y enfrentan mayores riesgos económicos y de salud. La inversión en energías limpias y protección climática puede ser rentable.
Además, los datos son esenciales para avanzar, pero la mayoría de los países recortan presupuestos para recopilar información de género, dificultando la toma de decisiones informadas.
El futuro depende de decisiones concretas en inclusión digital, fin de la pobreza, protección contra la violencia, participación en liderazgo, paz y justicia climática. Solo con liderazgo comprometido, la igualdad puede convertirse en realidad y desbloquear el potencial de toda la humanidad.
En México 2025, los avances legislativos señalan que se avanzó en leyes y reformas para promover la igualdad de género, el aborto legal y la protección contra la violencia de género, con la aprobación de cambios en 17 leyes federales y el establecimiento de la Secretaría de las Mujeres. Se redefinieron delitos como el abuso sexual y se fortalecieron las políticas de derechos reproductivos, permitiendo la despenalización del aborto en varios estados y logrando decisiones judiciales favorables.
Campeche, Yucatán y Tabasco modificaron sus códigos penales para permitir la interrupción del embarazo hasta las 12 semanas, eliminando sanciones, además, la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró inconstitucional la penalización del aborto en Chihuahua y Tlaxcala, invalidando leyes que restringían el acceso a la interrupción legal. Aunque se planeaba analizar en 2026 una reforma en Aguascalientes que reducía el plazo legal, esta fue retirada y su resolución se pospuso.
En el ámbito laboral, el Senado aprobó una reforma a la Ley Federal del Trabajo para fortalecer la igualdad salarial, estableciendo inspecciones para verificar el cumplimiento y reconocer que, pese a los avances, las mujeres siguen ganando menos que los hombres por trabajos de igual valor, la propuesta fue enviada a la Cámara de Diputados.
Asimismo, se implementó la Ley Silla y se reconoció el dolor menstrual como motivo de falta escolar en la Ciudad de México. Además, se tipificó la violencia con ácido en varios estados.
Sin embargo, persisten deudas estructurales, como la falta de un Sistema Nacional de Cuidados, la implementación de una jornada laboral de 40 horas, la atención a la violencia obstétrica y la protección de menores huérfanos por feminicidio. Aunque hubo avances importantes, aún queda mucho por hacer para lograr una verdadera igualdad y protección efectiva para las mujeres en México.
