La economía relacionada con el turismo en México descendió un 0,2 % anual en el cuarto trimestre de 2023 debido especialmente a una caída en los servicios, aunque con un leve incremento en el consumo, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El decremento del indicador, que el Inegi llama Producto Interno Bruto (PIB) turístico, es resultado de la caída interanual de -1,1 % en el rubro de servicios turísticos, acompañado de un aumento de 3,8 % en los bienes, detalló el instituto autónomo en su reporte con base en cifras originales.
Además, el indicador de consumo turístico creció apenas un 0,2 % de octubre a diciembre, por un aumento del 8,2 % en el consumo receptivo, de extranjeros, en contraste con un descenso del -1 % en el consumo interno.
Por otro lado, los indicadores trimestrales de la actividad turística (ITAT) del Inegi reportaron un incremento trimestral de 5,5 % de la economía turística de octubre a diciembre frente a los 3 meses anteriores, de acuerdo con cifras desestacionalizadas.
Este aumento ocurrió por los avances trimestrales de 6,4 % en los servicios y de 2,3 % en los bienes.
Asimismo, el consumo turístico disminuyó un -1,7 % trimestral, con una subida de 0,4 % de los turistas internos.
Sin embargo, el consumo receptivo se redujo un -11,6 % en el trimestre.
Las cifras se dan luego de que México reportó una recuperación del sector turístico tras la pandemia de covid-19, cuando tuvo 38,3 millones de turistas internacionales durante 2022, un 20,3% más que en 2021.
El ingreso de divisas por visitantes internacionales en ese año fue de 26,346.9 millones de dólares, una subida anual de más del 42%.
La economía relacionada con el turismo en México creció un 14.4% anual en 2022 impulsada en particular por el consumo.
El país recibió 30,86 millones de turistas internacionales en los primeros 3 trimestre de 2023, un alza interanual de 12,1 %, que dejaron ingresos por 22,908 millones de dólares, un incremento del 11,8 %.
México fue el sexto país más visitado en el Mundo en 2022, un fenómeno que se atribuye, en parte, a las medidas sanitarias flexibles en las zonas turísticas del país durante la pandemia de Covid-19.