RETRATOS HABLADOS
Considerada “ciudad dormitorio” desde hace mucho tiempo, porque buena parte de su población proviene de las poblaciones circunvecinas, que decidieron asentar en Pachuca a su familia, y viajar todos los días a Ciudad de México o al Edomex -con todo el sacrificio que esto implica-, donde se encuentran sus centros de trabajo, Pachuca vivirá en los próximos cuatro años un momento fundamental que pudiera transformarla, por fin, en una de las mejores regiones del país para vivir, para disfrutar la vida y, saber que existe un futuro promisorio.
Todos deseamos de manera sincera, que se haga realidad la ampliación del Tren Suburbano a Pachuca, luego de conectar Buenavista con el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), y que, está claro, irá de regreso, con precios asequibles, a los miles y miles que hoy lo hacen en autobús o vehículo particular, en toda una jornada de padecimientos por el tráfico.
Deseamos con vocación, que llegue a los Valles de Pachuca-Zapotlán-Tizayuca, no un gigantesco con más de un millón de casas, que complicaría aún más el suministro de agua potable, además de apurar los problemas de seguridad, sino una obra monumental que dé vida a un polo de desarrollo económico sustentable, igual que un corredor de instituciones de educación superior públicas y privadas, de hospitales, de investigación, en fin, un lugar donde se ancle para siempre el progreso de una entidad como la hidalguense, que merece esa oportunidad.
Pachuca no puede aceptar estar condenada a seguir en el papel de tierra de paso, de campamentos provisionales, como fue en la época de bonanza minera, “en tanto se acaba la plata”, y que dio origen al trazo de plato roto de la ciudad. Debe convertirse en la capital del Estado más importante de toda la región centro de la nación, por su ubicación, tantas veces presumida, su conectividad, y sobre todo su gente joven, preparada y con capacidad para impulsar cualquier empresa.
El tren y la ampliación de la autopista México-Pachuca a ocho carriles en todo su trayecto, y no solo hasta donde se encuentra el AIFA, son dos temas que mantiene vivos la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, y que en todo momento le ha recordado el gobernador, Julio Menchaca, porque en estos menesteres más vale pecar de insistente, por cualquier olvido en la vorágine de dirigir los destinos de un país tan grande como México.
Intentemos ser optimistas, y estar ciertos que, por fin, viene un tiempo bueno para el territorio hidalguense, porque si la región central se logra ver un desarrollo único, con la llegada de empresas de gran caldo y con empleos dignos, el efecto será para toda la entidad.
Vienen buenos tiempos.
Así lo queremos creer.
Mil gracias, hasta mañana.
@JavierEPeralta