Su cabello blanco recogido deja ver una mirada que sonríe a quienes ingresan a su negocio, ella es Rafaela Ávila Gutiérrez es la propietaria del restaurante Casa Antigua, ubicado en el centro histórico de Zempoala, lugar que es visitado de forma constante por quienes conocen y han disfrutado de la sazón de esta cocinera excepcional.
Ubicado en una casona de techos altos, con colores vivos y que recibe a comensales con una fuente de cantera y lianas de flores con corazones de cristal soplado en color rojo, doña Rafaela inició su restaurante en 2016, para dar escape a uno de sus talentos: la cocina.
Desde muy pequeña sintió una atracción especial por la cocina a partir de observar cómo, en casa de su abuelo, la forma que colocaban una pizca de pimienta molida, comino o romero, entre otras especias que integraban la magia del sabor de cada platillo.
En su natal Zempoala conoció a su compañero de vida, Nemorio Peña, un ex futbolista profesional del equipo Pachuca, quien la acompañaría durante más de cuatro décadas y que, lamentablemente, falleció hace pocos años. «No obstante la vida sigue y mi restaurante me ayuda a poder lidiar con mi pérdida”, comenta con un dejo de melancolía.
Se anima tan pronto comienza a hablar acerca de los platillos que elabora cuidadosamente.