EL PEQUEÑO TIMMY
Una de las principales críticas que emitió el ex presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) fue en torno al Poder Judicial y específicamente al uso del poder para impartir una “justicia” injusta y a modo para los opositores, el pueblo de México y los más pobres, en más de una ocasión expuso en la mañanera los casos de gente inocente que no pudo pagar la justicia y por ello perdieron años de sus vidas presos o presas, incluso algunos, sin haber sentenciados.
Fue más de una ocasión en la que AMLO recordó la forma en que los representantes de la ley en contubernio con los gobiernos “neoliberales” buscaron la forma de hacerlo tropezar y evitar que llegara al poder. En su libro: “Contra el desafuero mi defensa jurídica”, habla de cómo se realizó este proceso en su contra, y en general el ex mandatario habló siempre del precio que tiene la justicia en detrimento para los más pobres.
El discurso de AMLO, ha sido retomado por Claudia Sheinbaum Pardo, sucesora del primero en el cargo de presidenta de México, y como lo ha señalado continuará con el proyecto de Andrés Manuel, ya que forman parte de un mismo equipo. En la mañanera del pueblo, la titular del ejecutivo federal ha hecho señalamientos similares referentes a la relación de gobiernos anteriores con el sistema de justicia para lograr impunidad ante la comisión de diversos delitos, y nuevamente el hecho de que la justicia era “para quienes pudieran pagarla”.
Bueno, pues mientras este discurso se emite desde la cabeza de la Cuarta Transformación de México, en los estados del país parece que no se ha entendido muy bien de qué va la ideología heredada por AMLO y continuada por Sheinbaum, ya que no sólo se trata de revisar el trabajo que se hizo o se dejó de hacer en los tribunales, sino también en los organismos encargados de la procuración de justicia.
Es lamentable que para detener a un político que de alguna forma estorba al gobierno en el poder, los trámites y procesos se agilicen, mientras que víctimas de muchos otros delitos permanezcan años sin que puedan decir que se ha hecho justicia en sus casos, incluso, es imperdonable que haya perfiles que estén ahora mismo en prisión sin deberla, convertidos en chivos expiatorios con los que se busca dar una “pantalla” de lo bien que están las cosas en Hidalgo.
Pero resulta que cuando más dicen que las cosas están bien, resulta que las cosas están mal. Ahora resulta que las víctimas necesitan acudir a los Foros por la Paz para no ser víctimas, ahora resulta que los asaltos en Pachuca son culpa de la gente, que el robo en carros particulares es por culpa de la ciudadanía que deja en sus vehículos algún objeto que se convierte en tentación para los delincuentes.
Así, la lógica del Estado marca que la gente es culpable por salir de antro en la noche, que la gente es la culpable de ser asaltada por no prestar atención a su entorno, que las violaciones son culpa de las víctimas por haber provocado el deseo del violador, que la población es culpable de haber sido asaltada por haber sacado dinero del banco, etcétera.
Es decir, que el Estado no es responsable del actuar podrido y corrupto de los Ministerios Públicos, de las mordidas que aceptan los oficiales de tránsito, de los procesos que algunos políticos evitan por estar en una posición de poder. Que el Estado no es responsable de no haber detenido a los delincuentes, de no haber investigado, de no haber atendido las denuncias y haber hartado a la población con su burocracia, que el Estado no es culpable de que ahora en Hidalgo la gente siga percibiendo que la justicia solo es para aquellos que tienen dinero y/o un puesto en el gobierno.
Mientras el discurso negacionista del gobierno actual trata de buscar credibilidad entre la población, la realidad que vive cada hidalguense, los casos de injusticia que se conocen en cada rincón de la entidad y el corrupto proceder de las autoridades que se ha visto entre vecinos es una constante, si los que se dicen Morenistas no corrigen su actuar y en lugar de hacer frente a las problemáticas se bañan de soberbia creyéndose leones cuando son simples gatos, el poder regresará a la oposición en perfiles tan ineptos como el de Milei en Argentina, Noboa en Ecuador o Trump en Estados Unidos.
Mientras tanto, la gente, el pueblo de Hidalgo, se sigue preguntando: ¿Justicia? ¿Para quién? Y aprovecho la ocasión para recordar que así como en Tulancingo hay un par de familias que esperan justicia y la conclusión de procesos hacia los culpables de varios asesinatos, entre ellos el de la niña Samantha, ahora también otros en Mineral de la Reforma, y eso hablando de los más recientes, sin embargo, no se puede decir que el Estado no ha fallado, cuando cientos de familias se quedaron sin integrantes porque no hubo justicia, porque no hubo seguridad, porque no hubo autoridad alguna, y por que no tuvieron dinero para pagar la justicia.