RETRATOS HABLADOS
Fue presidente de Uruguay.
Dejó de serlo y regresó a su granja, donde ha decidido que morirá, luego que el cáncer que padece en el esófago, se esparció al hígado. Pidió ser enterrado en el patio de su casa, junto a su perra Manuela, y bajo la sombra de un árbol que él mismo plantó.
Ya dijo adiós, pero en esta, que ha sido su última aparición, señaló: “Lo que quiero es despedirme de mis compatriotas. Es fácil tener respeto para los que piensan parecido a uno, pero hay que aprender que el fundamento de la democracia es el respeto a quienes piensan distinto. Por eso, la primera categoría son mis compatriotas y de ellos me despido. Les doy un abrazo a todos”.
Lo anterior es fundamental en un verdadero demócrata, que poco entienden los remedos que hemos padecido en nuestra nación, obnubilados por el poder, enamorados del poder, embrujados por el poder.
El que es presa del poder, sabe que ya no hay marcha atrás, y que quienes no piensan como él, se convierten automáticamente en sus enemigos, o adversarios si los quiere nombrar con menos agresividad, al menos nombrar, porque en los hechos es lo mismo.
Pepe Mújica es el último de esos grandes personajes, queridos sinceramente, respetado por todos, de izquierda, centro o izquierda. Porque nunca fue hipócrita, dos caras o cosas por el estilo. No mintió, este sí no mintió; no robó este sí, no robó, y sobre todo, nunca traicionó, este sí, nunca traicionó.
Mújica, se dirá después de su partida, era un hombre sabio. Y lo ha sido en todo el sentido de la palabra, por eso se despide con la tranquilidad que ofrece una conciencia limpia.
Es el último de los buenos guerreros de izquierda, porque no terminó como dictador, igual que los Castro en Cuba, igual que el esperpento que gobierna Nicaragua y Venezuela.
Algo debemos aprender de él, seamos o no políticos, seamos o no de izquierda.
Mucho deben aprender de él, los que hoy tienen el poder en México, los que lo han tenido.
MINUTARIO. – Pocos trabajadores con tanta responsabilidad sobre sus espaldas, como los que llaman burócratas. Son simplemente trabajadores, y entregan casi toda su vida al servicio de un gobierno. Por eso es digno de ser mencionado el incremento que anunció el gobernador Menchaca, y el Oficial Mayor, Ángeles. ¡Hace once años que no tenían un incremento! Y esta acción, es un elemental acto de justicia histórica. La verdad.
Mil gracias, hasta el próximo lunes.
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