El Ejército israelí confirmó este lunes la muerte del comandante del batallón Al Furqan de Hamás, Jaber Aziz, en el bombardeo contra la escuela Hasán Salame de Ciudad de Gaza, llevado a cabo ayer de forma paralela al ataque contra el colegio Nasser, en dos agresiones en las que murieron al menos 30 personas.
Aziz fue «eliminado» junto a otros milicianos islamistas, según el comunicado castrense, basado en datos de la inteligencia militar y del servicio interior israelí, Shin Bet.
Era comandante del batallón desde 2020, del que fue antes subcomandante, y ocupó además ambos cargos en el batallón Zeitún.
«Aziz tomó parte significativa en la planificación de la masacre del 7 de octubre y dirigió las preparaciones y entrenamiento del batallón Al Furqan», informó el Ejército, recordando el ataque de Hamás contra territorio israelí que dejó unos 1.200 muertos y 251 secuestrados y que desató la guerra hace casi 10 meses.
Además, el comandante participó en la infiltración de los milicianos en las poblaciones israelíes próximas a la frontera con Gaza ese mismo día.
Durante la guerra, en la que los palestinos muertos rozan ya los 40.000, promovió «ataques terroristas» contra los soldados, según el Ejército, que le atribuye un importante rol en la gestión de la brigada Gaza de Hamás, aunque no aporta más detalles al respecto.
«Su eliminación degrada significativamente las capacidades de Hamás», zanja el comunicado castrense.
Las fuerzas aéreas israelíes bombardearon ayer la escuela Hasán Salame junto a la Nasser, alegando que ambas eran «centros de mando» utilizados por milicianos palestinos como Aziz.
Los equipos de Defensa Civil gazatíes contabilizaron tras los ataques al menos 30 muertos, mientras que este martes continuaron buscando a otros 16 desaparecidos a raíz del bombardeo.
Defensa Civil alegó que en el centro había personas desplazadas -el 90 % de los gazatíes lo son, según datos de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, la UNRWA-, mientras que las fuerzas armadas aseguraron que el complejo se utilizaba «como escondite de terroristas de Hamás, desde donde planeaban llevar a cabo ataques contra soldados israelíes y el Estado de Israel».
En los casi diez meses de guerra que asolan el enclave, 39.623 gazatíes han muerto, en su mayoría mujeres y niños, y otros 91.469 han resultado heridos; además de los más de 10.000 desaparecidos que las autoridades estiman que siguen bajo los escombros.