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martes, octubre 7, 2025

Homenaje póstumo a Rita Cetina Gutiérrez

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IGUALDAD SUSTANTIVA, EMPODERAMIENTO EFECTIVO

Esta columna, con gratitud y reconocimiento se dedica a Rita Cetina Gutiérrez, como parte de un sentido homenaje póstumo, ella fue una educadora, poetisa y periodista mexicana ligada al movimiento reformista liberal que impulsó la educación laica en México durante las décadas de 1870 y 1880 del siglo XIX en la región de Mérida, Yucatán, al promover la educación de las niñas y la difusión de ideas ilustradas y republicanas en un contexto todavía dominado por normas sociales conservadoras y estructuras patriarcales.

Su creación fue la primera escuela laica para niñas denominada “La Siempreviva” con la intención de proporcionar una educación basada en principios liberales: pensamiento crítico, alfabetización, formación cívica y valores cívicos, alejados de una educación confesional y principalmente enfocada en la domesticación femenina, por lo que La Siempreviva se destaca por posicionarse como una experiencia pionera en la educación laica para niñas, marcando un hito en la trayectoria de la educación femenina del siglo XIX.

En su labor educativa también se destaca la extensión cultural a través de ideas y materiales pedagógicos vinculados a sus proyectos, en una revista y cuadernillos para niñas con contenidos didácticos y formativos.

La visión de Rita Cetina con perspectiva de género se observa desde el marco liberal y laico de las reformas de ese tiempo, en donde la educación se presentó como un instrumento clave para la modernización del país, debido a que el propósito de su iniciativa era el de dotar a las niñas de herramientas intelectuales y cívicas, para que pudieran participar de forma más autónoma en la vida social, más allá de los roles tradicionales de esposa y madre.

El enfoque pedagógico y de autonomía, se pusieron de manifiesto al priorizar una educación laica y posiblemente una didáctica que estimulara el pensamiento crítico, La Siempreviva proponía una formación que podría facilitar la autonomía personal y la capacidad de sostener opiniones propias, incluidas sobre temas de ciudadanía y derechos.

Al abrir una escuela con propuesta educativa para niñas, Rita Cetina desafió las normativas de género de esa época al cuestionar y modificar la idea machista y patriarcal de que la educación de las mujeres debía centrarse exclusivamente en labores domésticas o en la obediencia; su proyecto implicaba un espacio de circulación de saberes que les otorgaba herramientas para cuestionar y pensar críticamente sobre su condición y su papel en la sociedad.

Es importante situar su esfuerzo en el contexto de las reformas liberales con perspectiva de género que promovían secularización, educación universal y derechos cívicos, aunque el objetivo central y práctico era la educación de niñas, el trasfondo incluía una visión más amplia sobre la igualdad de oportunidades y la diversificación de roles posibles para las mujeres emergentes en el siglo XIX.

Este hecho, mostró importantes limitaciones en el contexto, ya que no se trataba de una transformación radical y total de las estructuras patriarcales existentes, las iniciativas convivían con una sociedad fuertemente jerarquizada y con resistencias culturales, el avance fue incremental y parcial, orientado a ampliar horizontes educativos y culturales para las niñas más allá de lo doméstico, sin necesariamente proponer una ruptura frontal de las normas de género de la época.

De manera general, la trayectoria de Rita Cetina Gutiérrez y la creación de La Siempreviva representan un hito en la historia de la educación de las mujeres en Yucatán y, por extensión, en México, su labor evidencia la intersección entre educación, periodismo pedagógico y acción cívica en un momento en el que las ideas de libertad, laicidad y ciudadanía empezaban a abrirse paso en la esfera femenina.

Por ello, hoy las mujeres con profundo respeto y admiración, rendimos homenaje póstumo a Rita Cetina Gutiérrez.

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