CINE DE MAÑANA
Uno de los estrenos nacionales más esperados de fin de año es “Sujo, hijo del sicario” de Astrid Rondero y Fernanda Valadez, pues se trata de la representación mexicana que aspira al Oscar y al Goya.
Ya en el subtítulo va implícita la historia, original de las propias realizadoras de “Los días más oscuros de nosotras” y “Sin señas particulares”.
En cuatro capítulos narran la historia de Sujo (Kevin Aguilar) un huérfano michoacano de cuatro años que pierde a su madre al nacer, y a su padre, el número ocho, cuando es ejecutado “por traidor”.
Es rescatado por su tía (medio bruja) Nemesia (Yadira Pérez) y crece escondido teniendo como únicos amigos a Jai y Jairo, a quienes considera sus hermanos.
Al crecer estos son captados por el crimen organizado, pero Sujo (Juan Jesús Varela) escapa a la capital, donde trabaja como cargador, para poder mantener sus estudios con la solidaria maestra argentina Susan (Sandra Lorenzano).
Podría considerarse a la cinta bien intencionada como una actualización de la política obradorista de “abrazos y no balazos”, pero en medio de tanta violencia se antoja un tanto gratuita, aunque esté dedicada “a los huérfanos de la violencia”.
Sujo fue premiada en los Festivales de Sundance y San Sebastián y viene a ser un rayo de esperanza de que, con la educación, se terminará la violencia.