La selección francesa de fútbol remontó un partido que se le puso cuesta arriba contra Egipto (3-1), que se dirimió en la prórroga para que los galos alcanzaran su primera final olímpica en 40 años y se garantizaran una nueva medalla que buscarán que sea de oro contra España.
Tuvieron que trabajarse mucho los chicos de Thierry Henry, que disputaron la prórroga con un jugador más, una victoria que les llevará al Parque de los Príncipes el próximo viernes para medirse a los de Santi Denia.
El Egipto construido por el brasileño Rogerio Micale, una selección que ha demostrado un gran poderío en este torneo, el único que por ahora ha sido capaz de derrotar a España -aunque plagada de suplentes-, mereció mejor suerte en el primer tiempo, en el que dominó y disparó en ocho ocasiones.
Incluso se adelantó en el marcador a la hora de juego con un tanto de Saber Abdelmohsen y se defendió bien durante muchos minutos. Pero Francia aceleró en el segundo tiempo, hasta que Mateta logró en el 83 el empate que forzaba la prórroga, que disputaron en superioridad por la expulsión de Omar Fayed.
Una losa que pagaron cara puesto que Mateta consiguió el segundo tanto en el 99 y puso las cosas cuesta arriba a los faraones y allanó el triunfo de los galos, que ampliaron la ventaja en el 108 por medio de Michael Olise.
Francia buscará su segundo oro en fútbol, tras el que consiguió en 1984 tras derrotar en la final a Brasil, con nombres como Guy Lacombe o Dominque Bijotat en el equipo.
Una victoria muy celebrada en un país que está viviendo una luna de miel con las medallas en sus Juegos.
Pero que peligró en el primer tiempo, cuando Egipto les colocó contra las cuerdas, con un dominio claro ante un rival que en un ruidoso estadio de Lyon no tuvo la misma garra que había mostrado en cuartos de final contra Argentina.
A los 4 minutos Adrien Truffert desde la izquierda avisó con un excelso control y un disparo que detuvo Hamza Alaa. El lateral del Rennes fue una amenaza constante desde el flanco derecho y en varias ocasiones rompió el sistema defensivo egipcio.
Fue Badé quien firmó la mejor ocasión del primer tiempo, en un córner lanzado desde la izquierda que el defensor del Sevilla cabeceó, libre de marca, al poste, sin que Lukeba acertara a aprovechar el rechace. El primero de los cuatro palos que tuvieron los franceses.