Los servicios secretos franceses no han detectado proyectos de ataques contra la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos, que se celebra este viernes por la tarde, ni en París durante las tres semanas que se van a prolongar las competiciones.
Este es el principal mensaje que ha querido transmitir este jueves el ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, en una comparecencia ante los medios en la que ha dado algunos detalles del dispositivo de seguridad que se prepara para la ceremonia inaujgural, a la que asistirán más de 300.000 personas en las orillas del río Sena a su paso por el centro de París.
Darmanin, que organizó en el patio de su Ministerio una recepción en honor a los agentes de fuerzas del orden extranjeras de 44 países (1.750 en total) que van a participar en ese dispositivo, afirmó: «No tenemos ninguna amenaza caracterizada para la ceremonia de apertura ni para los Juegos Olímpicos».
No obstante, puntualizó que hay que ser «humildes» y «estar muy alerta» ante la posibilidad de que se hubiera dejado algo sin detectar. Además, dijo que no se puede descartar que de forma individual alguien quiera organizar un ataque.
Los servicios secretos han desbaratado cuatro acciones violentas en Francia que se estaban preparando contra los Juegos Olímpicos, que oficialmente se van a celebrar desde el 26 de julio al 11 de agosto, aunque algunas competiciones ya empezaron el miércoles.
Francia va a movilizar 45.000 policías y gendarmes en París durante la ceremonia de inauguración de los Juegos, a los que se añadirán otros 80.000 en el resto del país.
«Nunca habrá habido tantas fuerzas del orden en el territorio nacional», destacó Darmanin.
El ministro advirtió de que los asistentes a esa ceremonia tendrán que haber entrado en el recinto con sus billetes como muy tarde a las 18.30 locales (16.30 GMT), es decir una hora antes de que comience el desfile de los barcos con la mayoría de los alrededor de 10.000 deportistas que participarán en los Juegos.
En esa zona del Sena, que lleva acordonada desde el jueves de la semana pasada, habrá también más de un centenar de jefes de Estado y/o Gobierno.
París será este viernes, por tanto, una ciudad tomada por las fuerzas del orden, con restricciones draconianas a la circulación.
El departamento de Interior ha pedido que se evite utilizar el coche a partir de las 10.00 de la mañana (8.00 GMT).
Todo el centro estará cortado y se contempla la posibilidad incluso de paralizar totalmente la circulación en el periférico, la autopista que circunvala la ciudad.
Además, entre las 18.30 horas (16.30 GMT) y la medianoche ningún avión podrá volar por el espacio aéreo de París, ni en un radio de 150 kilómetros, lo que implicará el cierre de los tres aeropuertos de la ciudad (Charles de Gaulle, Orly y Le Bourget), así como el de Beauvais, ya desde las 17.30 horas (15.30 GMT).