CINE DE HOY
Son las ocho de la noche. El escenario del Zócalo se colorea de rojo y comienzan a escucharse las primeras notas de El amor después del amor.
Ataviado con una capa roja aparece Fito Páez para cumplir su cita con los capitalinos. Parece totalmente repuesto del problema de salud que lo había hecho posponer su presentación.
Ochenta mil fieles fanáticos que siguieron su serie en Netflix corean temas como Te vengo a ofrecer mi corazón , Tumbas de gloria y Camino a Katmandú.
Los oles y gritos de “Fito hermano, ya eres mexicano” conmueven al intérprete de 61 años que agradece el cariño de los mexicanos.
Un vendedor ambulante ofrece vasos “de ese buey que nos da de comer”.
Acompañado por ocho excelentes músicos Fito se pone rockero e interpreta Naturaleza sangre, antes de perpetrar una soberbia versión de Ciudad de rotos corazones, la canción dedicada a su tía y abuela asesinadas, que llevó al cine Fernando Spiner.
Dedicó a su madre mexicana Elsa Kahlo, quien lo ha recibido durante muchos años, el tema Dar es dar.
A las nueve y media, tras presentar a sus músicos Rodolfo Páez se retira del escenario, pero los aplausos del público lo hacen regresar para interpretar Mariposa tecknicolor Y dale alegría a mi corazón.
Una noche mágica en la que hasta el templado clima contribuyó al éxito del evento.