El célebre escritor egipcio Sonallah Ibrahim falleció a los 88 años, dejando un legado literario y humanitario de más de cinco décadas. Nacido en El Cairo en 1937, Ibrahim fue un novelista influyente del siglo XX en el mundo árabe, innovador en la crítica social a través de un estilo narrativo realista. Sus obras exploraron temáticas sociales, políticas y existenciales con una mirada crítica.
Graduado de la Universidad de El Cairo, se convirtió en una figura central de la literatura árabe contemporánea por su compromiso con las causas humanas y su capacidad para documentar procesos históricos y sociales. Sus obras también ofrecieron una introspección de su vida personal.
Entre sus novelas destacadas se encuentran Sharaf, considerada la tercera mejor novela árabe, Zat, Estrella de Agosto, Beirut, El Nilo: Tragedias, Warda y El turbante y el sombrero. Varias han sido traducidas al español, como A escondidas, El comité y Ese olor, reflejando su estilo comprometido.
La filosofía de libertad, identidad y justicia social fue central en su obra. Sus textos son esenciales para comprender las complejidades políticas y culturales de Egipto y el mundo árabe. Recibió premios como el Ibn Rushd de Pensamiento Libre (2004) y el Kavafis de Literatura (2017).
En 2003, rechazó el Premio del Foro de El Cairo para la Creatividad en la Novela Árabe, criticando al gobierno egipcio por su falta de credibilidad. Su fallecimiento ha causado conmoción, con expresiones de pesar del primer ministro egipcio, Mostafa Madbouli, y el ministro de Cultura, quienes destacaron su contribución a la literatura árabe y su capacidad para retratar la realidad.
Sonallah Ibrahim deja un vacío, pero su voz crítica y humana perdurará en sus obras.