Rick Davies, cofundador, cantante y compositor de Supertramp, falleció el pasado sábado a los 81 años en Long Island, EE.UU., a causa de mieloma, enfermedad que padecía desde hace casi una década.
Su amor por la música comenzó de niño, desarrollando una pasión por el jazz, el blues y el rock’n’roll. En 1969, fundó Supertramp en Londres junto con Roger Hodgson.
Como coautor, Davies fue la voz y pianista detrás de éxitos icónicos como «Dreamer», «Bloody Well Right», «Breakfast in America», «Goodbye Stranger» o «Even in The Quietest Moments». Su voz y su inconfundible toque en el piano eléctrico Wurlitzer se convirtieron en el sello distintivo del sonido de Supertramp en los años setenta y ochenta.
Fuera de los escenarios, Davies era conocido por su calidez, resiliencia y devoción a su esposa, Sue, con quien compartió más de cinco décadas. A pesar de los problemas de salud que le impidieron continuar de gira con Supertramp, disfrutaba tocando con sus amigos en la banda Ricky and the Rockets.
El grupo, del que Hodgson se separó en 1983 para seguir una carrera en solitario, rindió homenaje a Davies en su página web, destacando que su música y legado «continúan inspirando a muchos y son prueba de que las grandes canciones nunca mueren». Davies fue diagnosticado con mieloma en 2015.
