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Extremos 

Ana Luisa Vega
3 Min de Lectura
Ilustrativa

RELATOS DE VIDA

Estaba batallando mucho, su mente era una madeja de estambre que en ocasiones rodaba hacia la luz y en otras hacia la oscuridad, en otras más parecía que había logrado la estabilidad, pero en la mayoría de ellas se encontraba en una maraña sin poder encontrar la línea hacia la paz. 

No importaba cuánto se esforzara, cómo se calmara o lo mucho que pensara antes de actuar, sus reacciones eran explosivas, tumultuosas, y llegaban a ser escandalosas e incluso apocalípticas, y fueron esas mismas las que la llevaron a otras realidades.

Siempre creaba historias fantásticas: de ficción, de terror y hasta mágicas, porque era ese era su contexto inmediato del cual no podía salir, y fueron esas narraciones las que la llevaban a reaccionar de miles de maneras que con el paso del tiempo, la enredaron y le impidieron identificar, en cual de los mundos de su cabeza existía.

Aun así lo intentó, vaya que lo intentó, con técnicas ancestrales, con terapias interminables, con menjurjes exóticos y alucinógenos, con chamanes, santeras y brujas, y también probó un poco con la hipnosis para encontrar la causa y la solución, pero nada fue suficiente, su mente fue aún más poderosa.

Y con los años se fue perdiendo entre la magia negra y blanca, entre los monstruos y los príncipes, entre la oscuridad y la luz, entre lo malo y lo bueno, pero nunca en un término medio, nunca en la estabilidad, lo suyo fueron los extremos.

Fue la desesperación la que la incitó a internarse en un psiquiátrico, deseaba por fin ver la luz en el túnel de enramadas.pero el camino le resultó aún más difícil con personas en peor estado que el suyo, y en su estilo extremista, robó las dosis de otros pacientes, las ingirió y murió para por fin ver la luz en ese largo túnel.

Aunque su historia no acabó ahí, muchos aseguran verla en los pasillos del psiquiátrico tratando de ayudar a los pacientes, algo difícil de creer por el ambiente y los huéspedes que habitan en el lugar, pero tampoco resulta imposible, por el mundo en el que siempre vivió y en el que tal vez quiso seguir viviendo.

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