El expresidente de Bolivia Evo Morales (2006-2019) manifestó este domingo su repudio a las «medidas coercitivas unilaterales» del Gobierno de Donald Trump contra Cuba, ante la decisión estadounidense de reinstaurar y ampliar la Lista Restringida que veta ciertas transacciones con compañías de la isla.
«Repudiamos las medidas coercitivas unilaterales que el nuevo Gobierno de los Estados Unidos ha reinstalado en contra del pueblo cubano. El objetivo de estas medidas es castigar a inversionistas extranjeros y a empresas cubanas en sus transacciones fuera del país», escribió Morales en la red social X.
El también exlíder del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) también resaltó «la firmeza y dignidad de la respuesta del gobierno de la Revolución Cubana que saldrá triunfante de estos ataques».
El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, aprobó el viernes la reinstauración de la Lista Restringida de Cuba, una «lista negra» que veta ciertas transacciones con compañías bajo el control de -o que actúan para o en nombre de- los servicios o personal militar, de inteligencia o de seguridad cubanos que el canciller tachó de represivos.
Su comunicado apuntó que vuelve a emitir esa lista «para negar recursos a las mismas ramas del régimen cubano que oprimen y vigilan directamente al pueblo cubano mientras controlan grandes sectores de la economía del país».
Evo Morales es un declarado admirador del fallecido líder cubano Fidel Castro y fue un estrecho aliado de La Habana desde que llegó a la Presidencia de Bolivia en 2006.
El político boliviano siempre ha tomado distancia de los Gobiernos de Estados Unidos e incluso expulsó en 2008 de su país al entonces embajador estadounidense en La Paz, Philip Goldberg, y a la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, en inglés), acusándoles de una supuesta conspiración contra su Gobierno.
El expresidente hizo lo mismo con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, en inglés) en 2013, bajo las mismas acusaciones que Estados Unidos ha rechazado y que fueron recurrentes en los casi 14 años del Gobierno de Morales.
Morales ha acusado varias veces al Gobierno de Luis Arce, del que está distanciado, de ser aliado de Estados Unidos y sostiene que ambos buscan evitar que vuelva a postular a la Presidencia boliviana en las elecciones generales previstas para agosto.