El Gobierno de Estados Unidos aseguró el miércoles que volverá a atacar militarmente a los cárteles de la droga, como ya hizo con la lancha que destruyó este martes en aguas del mar Caribe proveniente de Venezuela, y justificó que solo eliminándolos conseguirá proteger a su país de la amenaza del narcotráfico, al tiempo que el Pentágono insistió que esto es solo el comienzo de una operación militar más amplia.
«Lo que les detendrá es hacerlos explotar y deshacerse de ellos», aseguró el secretario de Estado, Marco Rubio, un día después de confirmar el ataque en el sur del mar Caribe contra una lancha supuestamente vinculada al Tren de Aragua.
Como otros miembros de la Administración, Rubio defendió la necesidad de llevar a cabo ese golpe contra la embarcación porque, entre otras cosas, se dirigía a su país.
«La lancha de narcotraficantes se dirigía hacia Estados Unidos. Y en lugar de interceptarla, por órdenes del presidente, se actuó», dijo el jefe de la diplomacia estadounidense durante su viaje a México.
«Se dirigía hacia EE.UU. para inundar nuestro país con veneno», añadió.
Por su parte, el líder del Pentágono, Pete Hegseth, aseguró desde Washington que Trump «está dispuesto a pasar a la ofensiva de maneras que otros no lo han hecho antes y enviar así una señal clara al Tren de Aragua, el Cártel de los Soles y otros que emanan de Venezuela».
Según explicó, los once supuestos «narcoterroristas» que iban a bordo de la lancha fallecieron en el ataque con proyectiles. No obstante, aún no se han revelado sus identidades o los detalles del cargamento que transportaba la pequeña lancha, un tipo de transporte que en el pasado ha sido intervenido y no atacado como objetivo militar.
Por su parte, el presidente Donald Trump se mostró confiado con el mensaje que habían lanzado con el golpe militar y aseguró que esto detendrá el tráfico de drogas hacia su país.