POR EL DERECHO EXISTIR
En la quietud de una habitación propia, Virginia Woolf una vez reflexionó sobre la importancia crucial que tiene el poder de la escritura en la vida de una mujer. Para Woolf, tener un espacio propio, libre de interrupciones y presiones, no solo era un privilegio sino una necesidad fundamental para que las voces de las mujeres pudieran ser escuchadas. En nuestro tiempo, esta idea sigue siendo tan relevante como en sus días, y hoy más que nunca, debemos reconocer y celebrar el papel vital que jugamos las mujeres escritoras en la configuración de nuestra realidad.
Me encuentro escribiendo estas líneas con un profundo sentido de admiración y urgencia. La escritura, ese acto de teclear o de plasmar ideas en un cuaderno, es mucho más que una simple actividad; es una forma de liberación, una herramienta poderosa para la transformación personal y social. Nos permite conectar con nuestras propias verdades y con las historias de otras mujeres cuyas voces han sido silenciadas durante demasiado tiempo.
Es por eso que con motivo del Premio 17 de Octubre, invito a todas las mujeres a participar en una celebración de la palabra escrita. Este premio no solo busca destacar a las escritoras que cada una de nosotras podemos ser, sino también rendir homenaje a aquellas mujeres que han sido pioneras en la lucha por nuestros derechos. Es un homenaje a las madres buscadoras que nunca se han rendido, a las periodistas que han desafiado los limites para buscar la verdad, y a las investigadoras que han dedicado sus vidas a iluminar las sombras de lo desconocido.
Al recordar a figuras emblemáticas de mujeres, es un recordatorio de la lucha por la igualdad y la justicia, nos damos cuenta de que nuestras voces tienen el poder de cambiar el mundo. La historia está llena de mujeres que, a través de sus escritos, han logrado movilizar conciencias y transformar realidades. Y en el espíritu de Woolf, entender que cada una de nosotras tiene una habitación propia (un espacio mental y emocional donde nuestras ideas pueden crecer) es fundamental para continuar esta tradición.
Invito a todas las mujeres a que se acerquen al Premio 17 de Octubre, no solo como concursantes, sino como testigas del impacto que la escritura puede tener. Participar en este premio es una forma de contribuir a una tradición de resistencia y empoderamiento.
Es una invitación a escribir sobre nuestras luchas, nuestras victorias, y nuestras esperanzas. Es un llamado a dar vida a las historias que necesitan ser contadas, a visibilizar las luchas de nuestras madres y abuelas, y a reconocer los aportes de las mujeres que nos han precedido en el camino hacia la igualdad.
La escritura es, sin duda, una forma de liberación. Es a través de ella que podemos descubrir nuestra voz y nuestro lugar en el mundo. Cada palabra escrita es un acto de resistencia, una afirmación de existencia y una declaración de lo que creemos. Participar en el Premio 17 de Octubre no solo es una oportunidad para compartir nuestras voces, sino también una forma de honrar a todas las mujeres que han pavimentado el camino para que hoy podamos escribir libremente.
Así que te invito a que tomes tu pluma, tu teclado, o cualquier instrumento que elijas, y te unas a esta celebración. Escribe para ti, escribe para las que vinieron antes que tú, y escribe para todas las que vendrán después. Porque en cada palabra, en cada historia, hay una chispa de libertad que puede iluminar el mundo.