Elementos del Ejército Mexicano hacen llegar ayuda humanitaria por aire a las comunidades que aún se encuentran incomunicadas vía terrestre, comunidades sin una planicie dónde puedan aterrizar los helicópteros.
En la Vega de Metztitlán, los oficiales de descarga se anclan con un arnés para salir del helicóptero y soltar los víveres y sin poner en riesgo a la población que las recibe.
Para esto, los pilotos deben hacer maniobras y estabilizar el helicóptero cerca de la isla y así las despensas no sufran tanto daño al caer y en tierra puedan ser recogidas.