En uno de los casos, los cuerpos pertenecían a tres hombres y dos mujeres, y todos contaban con un el “tiro de gracia”
Una terrorífica mañana se vivió este miércoles, luego de que se reportaron dos macabros hallazgos; en el primer caso, se alertó a los teléfonos de Emergencias, que cinco cuerpos con huellas de violencia fueron encontrados a la altura del kilómetro 38+500, ubicado en inmediaciones del municipio de Tecámac, en el Estado de México, específicamente a un lado de la autopista México-Pachuca.
Los testigos en el lugar indican que estos cuerpos pertenecían a tres hombres y dos mujeres, y que todos ellos contaban con un “tiro de gracia”.
El macabro hallazgo tuvo lugar al interior de un predio ubicado a un costado de la autopista México-Pachuca con dirección a Pachuca, en las inmediaciones del Rancho La Luz, cerca de una caseta abandonada.
A CINCO KILÓMETROS, TIRARON DOS CUERPOS SIN VIDA, MANIATADOS Y EMBOLSADOS
También encontraron dos personas sin vida, con huellas de tortura y con heridas por disparos de arma de fuego a menos de cinco kilómetros del lugar, donde hallaron los otros cinco cadáveres.
Vecinos del lugar indicaron al 911 de Emergencias, que se localizaron los cuerpos de dos hombres en una zona boscosa cercana a la calle Juan de Dios y un camino de terracería, precisamente en un despoblado del paraje conocido como El Jagüey, también en el municipio de Tecámac.
Según los primeros reportes que se emitieron en el lugar de los hechos, ambos hombres estaban maniatados y con bolsas de plástico en la cabeza, además de presentar heridas producidas por impactos de armas de fuego.
El hallazgo se realizó por parte de los pobladores de la comunidad de San Pablo Tecalco, quienes indicaron a los elementos policíacos que tomaron conocimiento del caso, que cuando caminaban por el lugar, se encontraron con los cuerpos de dos personas y que estaban tiradas en el sitio.
Tocó a los elementos de la Guardia Nacional resguardar el lugar de los hechos y se dio intervención al personal de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), que dio fe de lo acontecido, mientras que el agente del Ministerio Público dio inicio a la carpeta de investigación correspondiente.
