AGENDA EDUCATIVA
El domingo 19 de mayo fue el último debate presidencial antes de las elecciones del 02 de junio. Hay varios elementos que cabe analizar, sobre todo al considerar que la política y la educación son temas de interés público. Los elementos son de contexto y actores relevantes al estar la CNTE y los intelectuales en la palestra.
En elementos de contexto, es importante mencionar la marcha magisterial de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y la marcha de la oposición y apoyo a Xóchitl Gálvez denominada como “La marea rosa”. La CNTE, diría Carlos Ornelas -especialista en el estudio del sindicalismo magisterial-volvió a aparecer en la escena pública por sus canonjías. Para ello, la Coordinadora ha empleado como estrategias presionar al gobierno; es decir, buscar el reiterado diálogo con el presidente de la república, convocar a marchas, mítines, paros y plantones.
El día del maestro, la CNTE se colocó en plantón (al parecer indefinido) en la plaza del Zócalo para colocar en la palestra las condiciones del magisterio y la atención a sus demandas. Sin embargo, para ese momento ya se conocía que la oposición estaba convocando a una marcha nacional denominada “La marea rosa” como crítica al gobierno de AMLO y como apoyo abierto a la candidata Xóchitl Gálvez.
¿Solicitud del presidente la ocupación de la plancha del Zócalo por parte de la CNTE o movimiento estratégico para debilitar la inminente marcha de “La marea rosa” y la ocupación de la plaza pública? No hay datos, pero tampoco dudas de una extraña coincidencia.
Segundo punto importante, el formato del debate. El último debate presidencial presentó el formato C denominado “Democracia y gobierno: diálogos constructivos”, el cual abordó diversos temas (política social, inseguridad y crimen organizado, migración y política exterior, democracia; pluralismo y división de poderes). La relación con la educación puede darse en el marco de la democracia.
Pedro Flores Crespo, en El Sol de México (22 de mayo, 2024), comenta acertadamente el debilitamiento de la democracia en nuestro país y cómo la educación contribuye a una vida democrática. Sin embargo, hay una diferencia con mi colega en el llamado al voto por un candidato/a. Este peligro, también lo observo en el desplegado Integrantes de la comunidad Cultural, firmado por 200 intelectuales a favor de Xóchitl Gálvez y publicado un día después de “La marcha rosa”.
El comunicado dice: “Hemos decidido manifestarnos públicamente debido a que el gobierno de López Obrador, y su partido pretenden extender la deriva autoritaria durante el próximo sexenio, lo que significa una grave amenaza a la democracia. Ello implica la continuidad de la corrupción política y una creciente inseguridad que ha dejado buena parte del país a merced del crimen organizado”.
A mi juicio es una falta disyuntiva que un proyecto de gobierno se pueda enmarcar entre el autoritarismo y la democracia. También, parece ingenuo creer que habrá una continuidad del poder, lo que asume a la persona y al género elementos supra e infra, respectivamente.
De regreso al manifiesto de los 200 intelectuales queda una pregunta, ¿el intelectual y académico debe hacer un llamado al voto por X candidato/a y manifestar públicamente sus filias o fobias políticas? No lo sé, pero me parece que esto puede abrirse a un debate en los espacios académicos. Lo que sí sé es que una de las funciones de los académicos, aquellos que se encuentran como responsables de la formación de futuras generaciones, tendría que ser el análisis y la crítica de la vida política, más que las filias y las fobias.
x@cesar_garcia131