El presidente de Kenia, William Ruto, anunció este viernes la nueva composición de su Gobierno tras destituir a todo el Ejecutivo, excepto al ministro de Asuntos Exteriores y al vicepresidente, el pasado día 11, después de semanas de protestas en el país que han dejado al menos 50 muertos.
«Aunque los acontecimientos del mes pasado han causado una enorme ansiedad, preocupación e incertidumbre, la crisis nos ha brindado una gran oportunidad, como nación, para crear una coalición ciudadana de base amplia e inclusiva», declaró Ruto en un mensaje televisado dirigido a la nación desde la State House, sede de la Presidencia en Nairobi.
«He iniciado el proceso de formación de un nuevo Gabinete de amplia base que me ayude a impulsar la transformación urgente e irreversible de nuestro país», añadió, antes de anunciar la nominación de los primeros diez ministros del nuevo Ejecutivo, así como de la fiscal general.
De los diez ministros anunciados (entre otros, el de Interior Kithure Kindiki, o Defensa, Aden Duale), cinco vuelven al Gobierno, mientas que la que era ministra de Inversiones, Comercio e Industria, Rebecca Miano, regresa como nueva fiscal general.
«Durante este tiempo, el país ha entablado una difícil conversación pública, que ha brindado la oportunidad de reflexionar profundamente sobre la relación entre los derechos fundamentales y las libertades democráticas», aseveró el presidente.
En los últimos días, los medios locales barajaron la posibilidad de que Ruto formara un Gobierno de coalición junto al líder de la oposición, Raila Odinga, si bien uno de los dirigentes de la coalición opositora, Kalonzo Musyoka, dijo este viernes que no participarán ni apoyarán el nuevo Ejecutivo.
«Se están llevando a cabo más consultas, después de las cuales anunciaré más nombres en su momento», concluyó el presidente.
Ruto hizo estas declaraciones después de que el pasado 11 de julio anunciara la disolución de casi todo su Gobierno, y la destitución del fiscal general, tras un mes de protestas masivas en el país.
Estas manifestaciones han estado convocadas en días alternos, especialmente, los martes y los jueves, desde el 18 de junio.
En un principio, los jóvenes protestaban contra el polémico proyecto de la Ley de Finanzas de 2024, por el que el Gobierno pretendía introducir impuestos como el IVA del 16 % a productos como el pan, y subir otros ya existentes en servicios básicos.
El 26 de junio, el mandatario rechazó firmar el proyecto de ley, 24 horas después de una fuerte movilización en Nairobi que acabó en una batalla campal entre los manifestantes y la Policía y derivó en el asalto al Parlamento.
Sin embargo, las protestas, que al inicio eran pacíficas pero se fueron tornando violentas, se transformaron en manifestaciones antigubernamentales y, a diferencia de las que históricamente ha vivido Kenia, impulsadas por políticos, éstas no cuentan con líderes oficiales.
Desde que empezaron las protestas, impulsadas por jóvenes de la ‘generación Z’ (nacidos entre mediados de los noventa y la primera década del siglo XXI), la respuesta de las fuerzas de seguridad, que dispararon gases lacrimógenos e incluso munición real contra los manifestantes, ha dejado al menos 50 muertos, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenia (KNCHR).
También ha habido al menos 413 heridos y se han registrado 59 casos de desapariciones forzadas, según esa entidad reguladora.
Esta es la peor crisis del gobierno de Ruto desde que llegó al poder en septiembre de 2022.