El magnate tecnológico británico Mike Lynch se encuentra entre los seis turistas desaparecidos después del naufragio de este lunes del velero ‘Bayesian’ cerca de la costa de Sicilia, en Italia, confirmaron medios locales.
Su esposa, Angela Bacares, también se encontraba en el yate y se encuentra entre las 15 personas rescatadas por la Guardia costera italiana, que también halló un cuerpo sin vida, informó la BBC.
Lynch, de 59 años, estudió Física, Matemáticas y Bioquímica en la Universidad de Cambridge; lanzó varias empresas de software de reconocimiento y fundó la compañía tecnológica Autonomy en 1996 por lo que es frecuentemente apodado como el ‘Bill Gates británico’ y es considerado uno de los emprendedores ‘tech’ más influyentes del Reino Unido.
En 2011, Lynch vendió su empresa al gigante informático Hewlett Packard (HP) por 11.000 millones de dólares (9.943 millones de euros), lo que le generó ganancias de 800 millones de dólares (723 millones de euros) y un litigio judicial de más de 13 años, del que fue absuelto el pasado mes de junio.
La compañía HP declaró haber encontrado «graves irregularidades contables» en la compañía Autonomy y acusaba a Lynch de 17 cargos -luego reducidos a 15- de «fraude y conspiración» y, de haber sido declarado culpable, se enfrentaba a 25 años de prisión en Estados Unidos y permaneció más de un año en arresto domiciliario en San Francisco a la espera del juicio, tras ser extraditado del Reino Unido en mayo de 2023.
En una entrevista con el diario británico ‘The Times’ a finales de julio, Lynch expresó que, de haber sido condenado, dada su edad y una grave enfermedad pulmonar, creía que iba a morir en una cárcel estadounidense: «Tengo varias afecciones médicas que habrían hecho difícil mi supervivencia».
El magnate británico se encontraba entre los 22 pasajeros a bordo del velero ‘Bayesian’, de bandera británica y fondeado frente al puerto siciliano de Porticello, cuando, según algunos testigos, un fuerte tornado en la zona rompió el mástil principal, lo que provocó el desequilibrió de la embarcación, que volcó y se hundió.
Los buzos buscan en el casco del barco hundido, que se encuentra a 49 metros de profundidad, así como patrulleras y helicópteros de la Guardia Costera buscan a los desaparecidos en la zona, a la vez que llegan más refuerzos de submarinistas desde Nápoles y Roma.