El Inter de Milán no falló este lunes ante el Como 1907 de Cesc Fàbregas (2-0) y, aunque con más sufrimiento del esperado, rubricó una victoria que rompió la racha de tres duelos seguidos sin perder del combinado ‘lariani’ y que fue fundamental para mantenerse a la estela del líder, situado de nuevo a 3 puntos, con un partido menos del Atalanta.
Rompió Inzaghi en San Siro la gran racha de Fábregas. El actual campeón, aunque sin brillo, sorteó el complicado desafío que planteó el técnico catalán en la mítica plaza del fútbol italiano, con un fútbol atrevido, vertical y ofensivo que, sin embargo, no encontró recompensa.
Plan atrevido el de Fàbregas con un equipo tan cómodo en transiciones, pero por supuesto en sintonía a lo que es este Como, un equipo que juega a proponer su fútbol, a ser protagonista independientemente del rival. Juega igual ante el colista que ante el líder. Es la seña de Fàbregas, el objetivo y el camino marcado a seguir para un equipo que salió de los puestos de descenso con una gran victoria ante el Roma la pasada jornada.
Mandó el Inter en líneas generales, pero nunca estuvo cómodo. Llegó con claridad en la primera mitad, pero no consiguió superar a un Pepe Reina que de nuevo ha logrado asentarse bajo palos. El meta español sostuvo a los suyos con grandes paradas. También tuvo algo de suerte cuando Dumfries, en una ocasión de gol claro, definió arriba, en lo que fue el fallo clamoroso de la noche.
Tuvo que esperar al segundo tiempo el combinado ‘nerazzurro’ para desbloquear el duelo. Fue en un saque de esquina. Calhanoglu, con su guante en la bota derecha, puso un centro medido al segundo palo en el que se elevó Carlos Augusto para marcar su segundo gol consecutivo y encarrilar la victoria.
No se amilanó el Como en ningún momento. Inzaghi no estuvo un solo minuto tranquilo cada vez que Nico Paz levantaba la cabeza en busca de Strefezza. Y las tuvo también claras el conjunto visitante para empatar el duelo el Como, pero es tarea difícil terminar las jugadas ante el Inter.
Casi lo logra Nico Paz en la segunda mitad en una jugada ensayada en un saque de esquina, entrando al segundo palo y fusilando a Sommer, que consiguió desviar el disparo a bocajarro en la más clara de los de Fàbregas que, volcados en ataque en los minutos finales, vieron como Marcus Thuram culminó la última contra con un fusil a la escuadra en el minuto 92, cerrando definitivamente el partido.