El Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó este martes que el riesgo de recesión para la economía estadounidense ha pasado del 25 por ciento proyectado el pasado octubre al 40 por ciento actual debido a la guerra arancelaria lanzada por el mandatario Donald Trump.
«No vemos una recesión en nuestra previsión, pero la probabilidad de una recesión ha aumentado del 25 por ciento en octubre a cerca del 40 por ciento», dijo el economista jefe de la organización, Pierre-Olivier Gourinchas, en la presentación del Informe de Perspectivas Económicas Globales (WEO, por sus siglas en inglés).
Su pronóstico de crecimiento para la economía de EE.UU. se sitúa en el 1,8 por ciento para este año, un punto porcentual menos que el avance registrado en 2024, y nueve décimas menos que la proyección efectuada para 2025 el pasado enero.
«No se trata de una recesión, y la razón es que tenemos una economía estadounidense que, en nuestra opinión, viene de una posición de fortaleza», dijo Gourinchas, no sin advertir que tanto las cifras de consumo como de confianza del consumidor están a la baja en el país.
Este WEO es el primero que incorpora el potencial impacto de los aranceles aplicados por Trump a sus socios comerciales y en su presentación se dejó claro que todos los países se han visto negativamente afectados.
En concreto, el FMI recortó en medio punto la previsión del crecimiento económico global para este año, hasta el 2,8 por ciento, debido al efecto contagio que tiene para todas las economías.
La rebaja para China es de seis décimas, hasta el 4 por ciento, y para México, otra de las más afectadas, se pronostica una entrada en recesión con una contracción del PIB del 0,3 por ciento, frente a la expansión del 1,4 por ciento que se anticipaba hace tres meses.
«Las perspectivas de crecimiento podrían mejorar inmediatamente si los países flexibilizan su actual postura en materia comercial y promueven un nuevo entorno comercial claro y estable. La economía mundial necesita un entorno comercial claro, estable y predecible», concluyó el economista.